Las patronales de enseñanza FERE (Federación Española de Religiosos de la Enseñanza), y CECE (Confederación Española de Centros de Enseñanza) le plantean al ministerio de Educación si la enseñanza concertada quedará fuera del reparto de fondos europeos destinados a este área.
Y lo hacen tras tener acceso al borrador del ministerio en el que no se incluía específicamente a la concertada como receptora de dichos fondos. Educación sigue en la línea Celáa, la que ha marcado la nueva ley que lleva el nombre de la exministra de Educación. La línea de, por una parte, no omitir directamente a la concertada, y por la otra referirse exclusivamente a la pública. En el caso del reparto de los fondos europeos, el borrador del ministerio alude explícitamente a que se concederán a la escuela pública.
Desde la patronal apuntan a que en la Lomloe no existe ningún artículo que se oponga específicamente a la concertada, pero, sin embargo, tampoco se la menciona para impulsarla o, simplemente, tener en cuenta su papel en la educación española.
Ocurre lo mismo con , por ejemplo, la Educación Especial. El ministerio sostiene que no pretende que desaparezca pero, dado que los alumnos con necesidades especiales deben estar integrados en centros ordinarios antes de que cumplan diez años, los centros de educación especial tienden a quedarse sin alumnos, por lo tanto... estarían abocados a desaparecer. Y esa es la estrategia del gobierno sociopodemita: antes con Isabel Celáa y ahora con Pilar Alegría. El mismo objetivo: asfixiar la concertada, que es, recordemos, en su mayoría, religiosa.