Decíamos ayer que Sánchez había cambiado de opinión y el Gobierno invertirá 500 millones en reforzar matemáticas y comprensión lectora. Hasta ahí, todo bien. Pero, si se estudia más a fondo ese plan de refuerzo, nos encontramos, por ejemplo, que el Ejecutivo estudia ofrecer "un complemento económico" a los docentes para "incentivar" que enseñen las Matemáticas a sus alumnos de la forma en que promueve la Lomloe, es decir, de manera que no les generen ansiedad. Y es que, según el informe PISA, el 46% de los escolares españoles expresaron que les causaba "mucha tensión" los deberes de Matemáticas e "indefensión" al 39%. Y recuerden el pensamiento Celaá, la gran precursora de la Lomloe, que aboga por no penalizar los errores del alumno...no sea que se traumaticen. Ni tampoco suspenderlos: si los alumnos repiten mucho... pues suprimimos las repeticiones. Pedir más esfuerzo no es progresista.

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Y así, llegamos a las matemáticas con "perspectiva de género" sí, pero con números romanos no, porque "no permiten realizar cálculos". ¡Acabáramos! 

Entre los «saberes básicos» de las matemáticas "con perspectiva de género" se enumeran, por ejemplo, «la gestión de las emociones y los sentimientos», la «educación afectivo-sexual», «la voluntad y el juicio moral» o «la ética como guía de nuestras acciones. 

Ya lo dijo la artista musical Samanta Hudson: Menos matemáticas y más educación en gestión de emociones. O a las influencer De Vermut, unas auténticas visionarias, con sus charlas sobre la 'ansiedad por matemáticas': "nos han educado para que seamos muy buenas cuidando, preocupándonos, hablando, por eso somos buenas en comunicación, en salud... Pero nos han educado para que tengamos miedo a los números". ¡Toma ya!