Recién reconovados los conciertos con 20 centros escolares, El País recuerda: entre estos centros están los que segregan por sexo en la comunidad navarra, Irabia-Izaga y Miravalles-El Redín, vinculados al Opus Dei. Cada uno de ellos, configurado como un centro unitario, reparte a su alumnado en sedes independientes ubicadas incluso en barrios distintos: las niñas en Miravalles e Izaga, los niños en El Redín e Irabia.
Y otro apunte más: "Hay que recordar que la Lomloe prohíbe financiar con dinero público a los centros de educación diferenciada, por lo que, para poder obtener esta subvención, se han comprometido a mezclar a los estudiantes en la etapa de Bachillerato. Ya han firmado y entregado la documentación requerida, y Educación ha confirmado que les concederá la financiación. El País -recoge el diario- ha intentado recabar sin éxito la versión de la dirección de los centros. La última vez, con la renovación del concierto de Educación Primaria, no cumplieron con lo acordado, pero ahora saltarse la norma conllevaría la extinción directa de la financiación. ¡Qué buenos son los de El País, que no quieren que los concertados se olviden de cumplir con sus obligaciones!
Y continúa el diario de PRISA, Hace poco más de un año, en abril de 2021, estos dos centros se comprometieron por escrito a mezclar al alumnado de los seis cursos de Primaria para poder recibir la financiación correspondiente a dicha etapa educativa, pero cuando llegó septiembre, se comprobó que solo habían respetado la ley en el primer curso. Aquí, insiste El País, se les mantendrá la financiación siempre y cuando el alumnado de primero, ya en aulas mixtas, pase de curso en las mismas condiciones hasta completar la etapa en el curso 2026/27. En términos prácticos, se ha garantizado la continuidad del alumnado matriculado antes de la aprobación de la Lomloe hasta su paso a Secundaria.
En el caso de Navarra, a partir de ahora si los centros incumplieran la norma, el departamento extinguiría de forma directa la subvención y dejarían de recibir financiación pública para dicha etapa educativa. Decisión que se traduce en que dejarían de percibir dinero del erario público a partir del 31 de agosto de 2023, una vez finalizado el curso, por lo que el alumnado de segundo de Bachillerato podría terminar estos estudios en aulas diferenciadas.
Por otra parte, -señala El País- tanto Irabia-Izaga como Miravalles-El Redín han solicitado asimismo la renovación del concierto educativo en el segundo ciclo de Educación Infantil, una etapa en la que ya se cumple la normativa porque las aulas son mixtas.