Según la Corte Federal de Apelaciones del Séptimo Circuito, un distrito escolar de Indiana no violó los derechos de un exprofesor de música al presionarlo para que renunciara después de que él se negara a usar los nombres y pronombres de género de los estudiantes transgénero.
Tal como recoge ferplay.com, según los registros judiciales, John Kluge fue contratado en 2014 como profesor de música y orquesta en la secundaria Brownsburg, a unos 32 kilómetros (20 millas) al noroeste de Indianápolis. En 2017, los directivos del distrito comenzaron a exigir a los profesores de secundaria que usaran los nombres y pronombres que figuran en la base de datos oficial de estudiantes de la escuela, donde se permiten cambios siempre y cuando sean solicitados en cartas de los padres del estudiante, y un médico.
Tras expresar al director de la escuela que tenía una objeción religiosa a usar nombres y pronombres de estudiantes transgénero, a Kluge se le permitió llamar a los estudiantes por su apellido.
Pero al menos dos estudiantes transgénero se quejaron de que al a usar sus nombres el profesor los segregó frente a sus compañeros y fue hiriente. Otros estudiantes, profesores y consejeros también dijeron a las autoridades distritales que el asunto causó que la atmósfera en el salón de clases de Kluge resultara incómoda para muchos.
Posteriormente, Kluge renunció a su puesto y luego demandó a la escuela por discriminación religiosa.
Entonces, un juez federal de Indiana dictaminó que la negativa de Kluge a usar los nombres y pronombres de los estudiantes transgénero creó una dificultad excesiva para el distrito, que es responsable de educar a todos sus estudiantes.
El caso de Kluge nos recuerda al de otros docentes que han pasado por la misma situación. Como el de un profesor cristiano encarcelado por negarse a usar pronombres trans porque suponían una “violación de su conciencia” o, el de Peter Vlaming, quien enseñó francés en el distrito escolar de West Point en Virginia durante siete años, fue suspendido y posteriormente despedido en 2018 por no usar un pronombre masculino para referirse a una estudiante que se identificó como un hombre transgénero. Vlaming afirmó que no podía hacerlo por razones religiosas.