Lo cuenta ACI Prensa: Saint Mary’s College en Notre Dame, Indiana (Estados Unidos), ha sido desde su fundación una universidad católica privada para mujeres. Su consejo de administración se compone por 32 personas, incluyendo seis religiosas de las Hermanas de la Santa Cruz, la Orden que fundó el colegio universitario en la década de 1840, dos sacerdotes, un jesuita y un padre de la Congregación de la Santa Cruz.
La misión del Saint Mary’s College es “empoderar a las mujeres, a través de la educación, en todas las etapas de la vida. Es esencial para esta misión fomentar una experiencia universitaria diversa, equitativa e inclusiva”.
Pero la polémica ha saltado porque el pasado 21 de noviembre, la presidente de la universidad, Katie Conboy, envió un correo electrónico donde comunicaba a estudiantes y profesores que el centro había tomado la decisión de aceptar a hombres que se identifiquen mujeres.
“No es de ninguna manera la primera universidad católica para mujeres que adopta una política con este alcance”, podía leerse en el correo según informó el Washington Examiner, según Conboy admitir a los hombres que se identifican como mujeres “abarca nuestro compromiso de operar como una universidad católica para mujeres”.
La política de no discriminación, aprobada por la junta directiva en junio, establece que Saint Mary’s “considera la admisión de solicitantes de pregrado cuyo sexo sea femenino o que consistentemente viven y se identifican como mujeres”.
Ante la decisión de la institución, el Obispo de Fort Wayne-South Bend, Mons. Kevin Rhoades, expresó su preocupación en un comunicado, asegurando que le parece “decepcionante que, como obispo de la diócesis en la que se encuentra Saint Mary’s College, no fuera incluido” o consultado sobre un asunto importante respecto a la enseñanza católica, asegurando que esta “ideología se contrapone a la enseñanza católica”.
“Llamarse a sí misma 'universidad de mujeres' y admitir a estudiantes varones que 'consistentemente viven y se identifican como mujeres' sugiere que la universidad afirma una ideología de género que separa el sexo del género y sostiene que la identidad sexual se basa en la experiencia subjetiva del individuo”, manifestó Mons. Rhoades.
“El deseo del Saint Mary’s College de mostrar hospitalidad a las personas que se identifican como transgénero no es el problema. El problema es que una universidad de mujeres católicas adopte una definición de mujer que no es católica”, explica el obispo en el comunicado.
E insta a la Universidad a “corregir su política de admisión en fidelidad a la identidad católica y a la misión que debe proteger”.