Elon Musk ha vuelto a erigirse contra la censura. Esta vez en Brasil, donde cerrará las operaciones de la red social X (antes Twitter) “con efecto inmediato”.

El multimillonario dueño de la red social ha cargado contra el juez brasileño Alexandre De Moraes, a quien considera “una desgracia para la justicia”, y subraya que sus acciones “son incompatibles con un Gobierno democrático”. Musk alude a que De Moraes amenazó en secreto con detener a uno de los representantes legales de la red social, si no cumplía con las órdenes judiciales de retirar ciertos contenidos de la plataforma. Desde X se ha calificado dichas órdenes como “órdenes de censura”.

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Recuerden que no es el primer movimiento de Musk contra la censura. A finales de julio, denunció más censuras de Google, en concreto contra Trump, porque el buscador interfería en las elecciones a favor de Kamala Harris (quien previsiblemente será designada oficialmente como candidata en la Convención demócrata que arranca este lunes y donde puedes abortar gratis o hacerte una vasectomía, gracias a Planned Parenthood, cómo no, que está entre los donantes de los demócratas. Asimismo, no hay que olvidar que Musk ha demostrado que Europa censura en Internet.

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El multimillonario tampoco ha tenido ningún reparo en cargar contra lo políticamente correcto y la ideología woke (el último meneo ideológico del Nuevo Orden Mundial -NOM-), por ejemplo, en todo lo relacionado con la ideología de género porque le afecta personalmente con uno de sus hijos. Además, ha pasado al ataque al demandar a la asociación más importante de anunciantes, por boicotear la publicidad en X,… y es que a dicha asociación no le gusta que la plataforma difunda bulos y mensajes de odio, en definitiva, que permita la libertad de expresión.