Durante 2021 se registraron 336.811 nacimientos en España, lo que supuso un descenso del 1,3 % respecto al año anterior, es decir, 4.504 nacimientos menos. Las defunciones también disminuyeron, un 8,7%, 450.687 personas. Esto se traduce en una idea muy simple, España, directa a la extinción: hay más fallecimientos que nacimientos, para ser exactos, un saldo negativo de 113.023 personas.
Esta tasa negativa se registró en toda españa, a excepción de la Comunidad de Madrid (1.424), Región de Murcia (1.260) e Islas Baleares (688). Por contra, Galicia fue la comunidad con la tasa negativa más alta, 18.057 nacimientos menos que defunciones, seguida de Castilla y León, con 16.211.
El número de nacimientos bajó en todas la comunidades durante 2021, salvo en: Aragón (3,9 %), Comunidad Foral de Navarra (1,5 %), Islas Baleares (0,6 %), Región de Murcia (0,6 %) y Principado de Asturias (0,2 %).
Además, a la vista de los Indicadores Demográficos Básicos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la media de hijos por mujer se mantuvo en 1,19, la media de edad de la maternidad se situó en 32,6 años, tres décimas más que en 2020, y los matrimonios aumentaron un 63,0 % respecto a 2020.
La tendencia se confirma, vamos de camino a la extinción, y en este mundo al revés, el aborto se consolida y promociona como un derecho, que supone el asesinato de 90.000 niños en España, y eso sin contar los muertos por la píldora del día después. Y el salario maternal no es una prioridad.