Me lo envían los tradicionalistas, gente que piensa y gente de bien. Es un perfecto resumen de uno de los signos de nuestro tiempo: en efecto, el hombre actual no soporta ni la inocencia, ni la debilidad. De ahí su obsesión verdaderamente satánica con los niños, aún más, con la inocencia infantil.
Yo no tengo mucho que añadir. Observen el cartel, un perfecto resumen: los matan con el aborto, los corrompen con la ideología de género y los utilizan con el crimen vomitivo de la pederastia que, se lo aseguro, no es mayoritariamente clerical, ni de lejos.
Los niños se han convertido en los insoportables de la sociedad actual… sencillamente porque no le gusta la debilidad… ni la inocencia.