La ley de la eutanasia entró en vigor en España en junio del año pasado, 2021.
La ley española prioriza la eutanasia y el suicidio asistido como alternativa a los sufrimientos de los enfermos terminales antes que el acceso y el fomento a cuidados paliativos gratuitos y de calidad.
España se unió de esta manera al grupo de países en los que la eutanasia es legal: Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Canadá y Colombia; así como a los estados de Oregón (Estados Unidos) y Victoria (Australia). Todos ellos han traspasado la frontera ética de que la vida es sagrada y ni uno mismo y ni mucho menos un tercero puede disponer de ella. Esa frontera ética está en la conciencia de todas las personas del mundo. Y por eso es de ley natural.
En estos países está ocurriendo que se empieza permitiéndola sólo en casos excepcionales y por voluntad propia, pero se termina aplicándola sin restricciones, a cualquier persona e incluso en contra de su voluntad, y de manera especial a los más débiles y vulnerables: enfermos mentales, ancianos, discapacitados sobre todo intelectuales..., que no pueden defenderse ante la decisión de otros -el Estado, un médico, los jueces, los políticos, sus familiares- sobre sus vidas.
Se trata de un plano inclinado o pendiente deslizante muy difícil de parar que provoca que la vida no tenga ningún valor, especialmente la de los más débiles y vulnerables, y que sea a ellos a quienes se termine aplicando al eutanasia sin su consentimiento.
Por ello, la cadena de televisión católica EWTN España ha iniciado la campaña #QueNoTeEutanasien para advertir contra la eutanasia y los peligros del plano inclinado, bajo el lema: ‘Un día podrías ser tú’. O ‘Podría ser tu hijo o tu madre o tu abuelo’.
En su campaña, la cadena EWTN recuerda las palabras de Jordi Sabaté, enfermo de ELA y contrario a la eutanasia, que contó su propio caso: "¡Qué bonita sociedad estamos creando!, hoy ha venido una trabajadora social a verme (...) me ha ofrecido la eutanasia. ASCO".
En Holanda, muchos enfermos huyen a los hospitales de Alemania para tratar sus enfermedades, porque no están seguros de que en los hospitales holandeses no los eutanasien sin su consentimiento
La cadena EWTN prosigue: "Que no te engañen. Nadie quiere suicidarse, lo que se quiere es terminar con el dolor que parece insoportable. Y entonces las alternativas son o bien cuidados paliativos o eutanasia.No caben los dos, como demuestra que los países que han legalizado la eutanasia están a la cola de los cuidados paliativos (Como España).
De las dos alternativas matar a la persona es más barato, y siempre habrá quien tenga interés en ello: ¿el estado? que prefiere aliviar sus gastos -posiblemente por donde más falta hacen-, ¿las compañías de seguros? que en otros países con leyes de eutanasia pagan por enfermo eutanasiado, ¿el sobrino segundo? que resultará en heredero...
En Holanda, muchos enfermos huyen a los hospitales de Alemania para tratar sus enfermedades, porque no están seguros de que en los hospitales holandeses no los eutanasien sin su consentimiento. En Bélgica ya se permite a los menores ser eutanasiados, en España hay 75.000 personas que no podrán elegir entre cuidados paliativos y muerte.
Esa es la bonita sociedad que estamos creando. Es la cultura del descarte que tanto denuncia el Papa Francisco.
¡Pero eso se puede cambiar! Lo podemos cambiar...".
La cadena EWTN ha iniciado una serie de programas para mostrar "la demoníaca realidad de la eutanasia. Informaremos sobre el testamento vital, fundamental para que no te eutanasien, invitaremos a los expertos que desmontarán las falacias de los 'eutanasiadores'".
El jueves 22 de septiembre y el sábado 24 de septiembre, EWTN emitirá el primero de estos programas dedicados a la eutanasia, en el que se recoge el artículo publicado por el doctor Joel Zivot, profesor de anestesiología y cuidados críticos en la prestigiosa Emory University School of Medicine de Atlanta, en The Spectator en el que señala que el "el suicidio asistido no es ni indoloro ni dignificado". Zivot que es un anestesiólogo y activista contra la pena de muerte en Estados Unidos, especialmente contra la inyección letal, tiene la convicción de que se usan los mismos venenos y son dolorosos.
"Estoy bastante seguro de que el suicidio asistido no es sin dolor ni pacífico ni dignificado. De hecho, en la mayoría de casos es una muerte muy dolorosa", asegura.