Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Qatar, donde se está desarrollando el Mundial de fútbol.
Según el informe Libertad Religiosa en el Mundo, editado por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), los cristianos que viven en Qatar representan el 13,1% de la población qatarí. La mayoría de ellos son inmigrantes trabajadores, procedentes de India, Pakistán, Bangladesh o Filipinas.
De entre los cristianos, los católicos con el grupo más numeroso (400.000 personas). La vida de fe de estas personas ha ido cambiando en los últimos años, informa Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Hasta mediados de los años 90, los católicos practicaban su fe organizados en pequeñas comunidades con celebraciones en «capillas» improvisadas en casas y, más tarde, en un colegio. En 1995, las autoridades modificaron las normas sobre la libertad de culto y permitieron solo a cristianos y judíos erigir lugares de celebración y oración. Esta libertad de culto restringida no consiste en plena libertad religiosa. Los ciudadanos qataríes solo pueden ser musulmanes y no se contempla el cambio de religión diferente del Islam.
Las ocho confesiones cristianas registradas (además de los católicos, están presentes ortodoxos, anglicanos y evangélicos) tienen permitido celebrar el culto colectivamente en una zona proporcionada por el Gobierno a las afueras de Doha, en un terreno donado por el propio monarca o emir. En este lugar se erige desde el año 2008 la primera iglesia católica de Qatar, “Nuestra Señora del Rosario”, con capacidad para más de 2.000 personas.
Sabemos que la policía se ha activado para buscar al P. Hans-Joachim, pero por el momento no se sabe todavía si lo han secuestrado y qué grupo lo ha hecho
Nos vamos ahora a Mali, donde el misionero de nacionalidad alemana y miembro de Padres Blancos, P. Hans-Joachim, está desaparecido desde el domingo 20 de noviembre, informa Fides.
“Sabemos que la policía se ha activado para buscar al P. Hans-Joachim, pero por el momento no se sabe todavía si lo han secuestrado y qué grupo lo ha hecho”, dicen los Misioneros de África (Padres Blancos) desde su Curia General en Roma.
Su coche fue encontrado cerca del instituto en la capital, Bamako, y los investigadores hallaron posteriormente la cadena con la cruz rota del sacerdote junto a su vehículo.
La nacionalidad del misionero puede haber atraído el interés de algunos grupos que operan en el país.. Alemania es uno de los pocos países europeos que sigue teniendo sus 1.200 militares en Malí, tras la retirada de los de Francia, y Gran Bretaña.
En el país operan varios grupos yihadistas vinculados tanto a Al Qaeda como al ISIS, y en el pasado han sido responsables de varios secuestros de extranjeros, como el de la hermana Gloria Cecilia Narváez, la misionera colombiana secuestrada el 7 de febrero de 2017 cerca de Koutiala (Malí) y liberada el 9 de octubre del año pasado.
Durante mucho tiempo no pudimos quedar con amigos por culpa del Covid, y seguimos sin poder salir a divertirnos por culpa de la crisis económica
Y en Líbano, una veintena de jóvenes, hombres y mujeres, han acudido a la sede de Beirut del Servicio de Pastoral Universitaria --que ofrece apoyo y actividades a los estudiantes cristianos del Líbano-- para explicarle a un grupo de representantes de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) cómo es la vida en un país atenazado por una de las peores crisis económicas de su historia; crisis que se ha visto agravada por luchas políticas internas, la enorme explosión que arrasó el distrito portuario y la pandemia, informa ACN.
María, una estudiante de Arquitectura, cuenta que tiene que usar la linterna de su teléfono móvil para poder hacer los trabajos que le piden en su carrera, y resume así el estado de ánimo general: “Tenemos la impresión de que nuestro país no nos quiere aquí».
“Queremos vivir aquí, pero no podemos. Durante mucho tiempo no pudimos quedar con amigos por culpa del Covid, y seguimos sin poder salir a divertirnos por culpa de la crisis económica”, añade Rebeca, sentada en el suelo de la sala abarrotada de jóvenes.
A la vista de lo anterior, es evidente que la labor del Servicio de Pastoral Universitaria es ahora más importante que nunca. Pero, por desgracia, la crisis del Líbano también amenaza su supervivencia, y actualmente, sólo gracias al apoyo que recibe de la fundación ACN puede seguir infundiendo esperanza en los estudiantes en forma de socialización, actividades y formación espiritual y práctica.