Se llama Erica Barceló y su vivienda ha sido okupada por una mujer que no le paga el alquiler desde hace tres años. Además, la okupa posee un piso, que tiene alquilado. Ella sí recibe el alquiler, pero no paga el del piso en el que vive. Y le pide a la propietaria 5.000 euros para marcharse.

Además, Erica tiene problemas de salud, ya que ha sido operada en tres ocasiones de la cabeza. Debe hacer frente a un costoso tratamiento y no recibe ninguna ayuda. Tiene tres hijos en edad escolar y cuando ha acudido a pedir apoyo a las autoridades políticas de la comarca en la que vive le han dicho, poco más o menos, que es lo que hay.

Recuerden que hay políticos que definen la okupación como un "sentimiento subjetivo de inseguridad", por ejemplo, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Eso, por no hablar de las frecuentes tertulias televisivas en las que distintos colaboradores llegan a calificar casos como el de Erica como "exóticos" dado que, en su opinión, no son tan habituales. Pues, menos mal. 

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