«Acechemos al justo, que nos resulta fastidioso: se opone a nuestro modo de actuar, nos reprocha las faltas contra la ley y nos reprende contra la educación recibida; presume de conocer a Dios y se llama a sí mismo hijo de Dios. Es un reproche contra nuestros criterios, su sola presencia nos resulta insoportable».
Sirvan estas palabras, del libro de la Sabiduría (2,1a.12-22) para presentar esta sección semanal sobre la persecución a los cristianos en el mundo. Una persecución que reviste dos formas, principalmente. Una, la violenta, la cruenta, la física, de la que hay abundantes ejemplos en países asiáticos, sobre todo, aquellos con presencia islamista radical, hinduista fundamentalista o regímenes comunistas.
El otro tipo de persecución es el que podríamos denominar ‘occidental’, que no es tanto física como psicológica, y que se manifiesta en el desprecio, la burla, la discriminación, el insulto y hasta el acoso, por ejemplo, judicial.
Intentaremos tratar aquí ambas formas de persecución a los cristianos.
Dicho lo cual, en la India, tres nuevas religiosas del Instituto de las Hermanas Carmelitas de Santa Teresa (CSST) han profesado solemnemente sus votos el pasado 8 de abril, en el estado de Orissa. Las hermanas están comprometidas con la dignidad humana, los débiles y los marginados, especialmente las mujeres y los niños. “Las masacres anticristianas del 2008 no me han desalentado, al contrario me han dado el coraje de seguir a Cristo”, afirman, recoge Fides.
En India, tres nuevas religiosas dicen que “las persecuciones nos han animado a seguir a Cristo”
Se trata de la hermana Rajani Ekka, la Hna. Kristina Pradhan y la Hna. Janani Pradhan. Más de 500 fieles han estado presentes en la liturgia celebrada en la Iglesia Católica de San Pablo, en Balliguda, distrito de Kandhamal, y presidida por Mons. John Barwa, Arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar. En el distrito de Kandhamal se produjeron las masacres anticristianas que en 2008 causaron 100 muertes y 50 mil personas desplazadas.
“Dios os ha llamado a un servicio especial de su Reino. Con vuestro compromiso y dedicación seréis capaces de hacer la voluntad de Dios”, ha afirmado Mons. Barwa en su homilía, subrayando las virtudes de la “paciencia, perseverancia, esperanza en el Señor”, que animaban a las cinco vírgenes prudentes según el Evangelio de Mateo.
En la República Democrática de el Congo, otros dos sacerdotes han sido atacados. Según la información recibida por la Agencia Fides, el párroco de la iglesia dedicada al Beato Isidoro Bakanja, (en el distrito de Seka-Mbote Boma, en la parte occidental del país), el padre Pierre Mavinga y su vicario, fueron atacados en la noche del 10 de abril. “Sobre las ocho de la tarde una docena de hombres armados y encapuchados, -algunos con uniforme militar-, invadieron nuestras instalaciones. Dispararon a quemarropa con munición real. Nos golpearon y se llevaron nuestros móviles, ordenadores y un poco de dinero”, asegura el padre Mavinga.
“La Iglesia se siente intimidada y amenazada en el RD Congo”, dice el padre Mavinga
La Iglesia Católica lleva tiempo siendo intimidada y amenazada intimidaciones por parte del gobierno y de los grupos armados. “Arrestos arbitrarios, secuestros o asesinatos. Este ha sido el destino de muchos sacerdotes y consagrados en la República Democrática del Congo en los últimos tiempos”, lamentan fuentes de Fides en la Iglesia congoleña que por razones de seguridad piden permanecer en el anonimato. “Esta situación es aún más preocupante desde que la Iglesia católica encabeza la búsqueda de soluciones a la crisis política que paraliza RDC”.
Nos vamos a la Franja de Gaza, donde el P. Mario da Silva, párroco de la única iglesia católica, señaló que en seis años el número de cristianos se ha reducido de 4.500 a unos mil fieles, debido a las duras condiciones en que viven. “No hay una persecución muy grande a los cristianos. Aunque ahora hay un gran miedo por las noticias de que ha entrado el Estado Islámico (EI) que viene de la Península del Sinaí, en Egipto (...). Ya hay amenazas. También hay miedo de los grupos salafistas que entran por el sur”, precisó.
En Gaza solo quedan mil cristianos, advierte un sacerdote, mientras las familias cristianas son expulsadas de sus hogares en Pakistán
En diálogo con ACI Prensa, el sacerdote del Instituto del Verbo Encarnado (IVE) indicó que los cristianos en la Franja de Gaza “vivimos como si fuera una cárcel a cielo abierto, ya que no podemos salir. No podemos visitar parientes, ni buscar trabajo, medicinas o buenos hospitales afuera”.
Recordó que cuando él llegó a fines del año 2012, “la situación ya era muy difícil. Con el pasar de los años uno espera a que mejore la situación, pero esta fue solo empeorando”. Indicó que solo tienen tres horas diarias de electricidad y escasea el agua potable. “Hacemos dos cosas: en primer lugar predicar a Cristo y la importancia de los cristianos en Tierra Santa. Predicar llevar la cruz y la importancia del perdón es lo que más intentamos hacer”, indicó.
Señaló que la parroquia también atiende a los fieles de otras religiones. “La comunidad cristiana es muy pequeña y los musulmanes son dos millones. Ellos también tienen mucha necesidad. Siempre hemos abierto las puertas de nuestras escuelas o de nuestra iglesia en los momentos de guerra para recibir a refugiados”, explicó.
Sin embargo, la situación de los cristianos en Pakistán es peor. Hasta el punto de que la Comisión Nacional para el diálogo interreligioso y el ecumenismo, de la Conferencia Episcopal Católica de Pakistán, expresó en un comunicado enviado a la Agencia Fides, plena solidaridad con las familias cristianas del distrito de Narowal, en Punjab, expulsadas de sus propiedades y despojadas de sus derechos tras la acción violenta de algunas personalidades influyentes musulmanas.
Y e que el 1 de abril, más de 30 familias cristianas fueron sacadas por la fuerza de sus hogares y ahora se encuentran en la condición de refugiados, sin hogar. Son todos feligreses de la iglesia cristiana presbiteriana de la aldea de Sankhatra, en el distrito de Narowal, provincia de Punjab. La comunidad se vio obligada a abandonar sus casas -que están construidas en terrenos de propiedad del gobierno- después de la acción violenta promovida por el propietario de un horno de ladrillos de arcilla, Muhammad Ismail, miembro de la Liga Musulmana de Pakistán (Nawaz).
Es más: tan pronto como los cristianos fueron expulsados con violencia, los trabajadores del horno comenzaron a proteger la zona y a construir un muro para que las familias no puedan regresar. Según los cristianos, Muhammad Ismail está tratando de reclamar la propiedad de la tierra usando documentos falsos. Las familias han escrito al gobierno para pedir justicia. Las comunidades cristianas locales están ofreciendo alojamiento de emergencia a las personas desplazadas.
El padre Walter, sacerdote asesinado en El Salvador, es como el “grano de trigo” del Evangelio
Y ahora nos desplazamos hasta El Salvador, donde el padre Walter Osmin Vásquez fue asesinado mientras se dirigía a una aldea para celebrar la misa en Coena Domini del Jueves Santo. “Quien se entregue por el amor de Cristo al servicio de los pobres vivirá, como el grano de trigo que muere, pero que muere solo en apariencia”, dijo el obispo William Ernesto Iraheta Rivera en el funeral, recogió Fides.
El p. Walter Osmin Vásquez, de 36 años, sacerdote de la diócesis de Santiago de María, una de las más pobres de la zona montañosa del país, era vicario parroquial de Usulután. El Jueves Santo, el Padre Walter “había asistido a la misa crismal en Santiago de María durante la mañana y había renovado sus votos sacerdotales, él fue asesinado en el día dedicado a los sacerdotes”, explicó el Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas, que agregó: “Es necesario conocer la verdad, pedimos justicia para que estos hechos no se vuelvan a repetir”.