Estados Unidos ya tiene 900 hombres biológicos en cárceles de mujeres. Y es que, tal como publica Infocatólica, cada vez más hombres están apelando a esto como una herramienta para ingresar a la cárcel de mujeres. Y a la vez que aumentan las cifas de hombres biológicos en prisiones femeninas, se registran también múltiples abusos sexuales a las reclusas.
El director de la organización nacional de derechos civiles en Estados Unidos, Harmeet K. Dhillon, hizo la denuncia en defensa de las presas.
Este hecho degradante ocurre con el apoyo de los grupos LGBTQIA+ quienes no ven el daño que se está generando a un grupo que queda indefenso y expuesto a daños físicos y psicológicos.
Harmeet explicó «Solo en las prisiones federales, se dice que hay más de 900 hombres biológicos alojados en cárceles de mujeres, lo que resulta en violaciones masivas y continuas de los derechos civiles y otros agravios contra las reclusas diariamente.
En EE.UU. se repite lo que en Hispanidad hemos publicado como el síndrome 'Karen/Stephen': o sea, lo del violador Stephen que se sentía mujer, le internaron en una prisión de señoras y abusó sexualmente de cuatro
Es decir, en EE.UU. se repite lo que en Hispanidad hemos publicado como el síndrome 'Karen/Stephen': o sea, lo del violador Stephen que se sentía mujer, le internaron en una prisión de señoras y abusó sexualmente de cuatro. O el caso del hombre llamado Hobby Bingham, reo pedófilo que se declaró mujer, consiguió su traslado a la cárcel de mujeres, violo a su compañera de celda, luego dijo que era un hombre y consiguió su traslado a la cárcel de masculina nuevamente.
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles ACLU, ha apoyado e impulsado la inclusión de reos transgénero a la cárcel de mujeres en el estado de New Jersey según el portal Daily Caller. En dicho estado ya han quedado en cinta dos mujeres presas, víctimas de abusos de hombres transgénero con quienes las han obligado a convivir.
Uno de los presos que ha hecho uso de esta pervertida herramienta ha sido Perry Cerf, quien asesinó a una mujer a patadas, aplastó su cráneo y bebió su sangre como el mismo declaró: «Como tengo un gusto muy inusual por la sangre, la bebí y lamí hasta llenarme». Él dijo que era mujer y fue trasladado a la cárcel de mujeres, su sentencia es de 73 años de prisión contando desde 2003.