En Hispanidad denunciamos la detención de una banda de okupas que utilizaban menores para declararse vulnerables, evitar el desalojo y luego alquilar o vender la vivienda. Además, publicamos los anuncios que se podrían encontrar en internet: "Vendo piso de patada en la sierra de Madrid con DNI entregado, luz, agua y calefacción", "Banco Santander, obra nueva áticos en Vallecas", "Hola,busco piso patada de banco en Terrassa o alrededores con urgencia, solo de banco, gracias". Un negocio perfectamente ilegal y muy lucrativo: ¿para qué van a conformase con una vivienda okupada en la que vivir cuando pueden okupar varias casa y alquilarlas?

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Y parece que estas prácticas okupas están bastantes extendidas. Lo cuenta el Diario de Mallorca: una familia okupa se dedicaba a okupar viviendas con el objetivo de cobrar a los propietarios para abandonarlas. Agentes de la Guardia Civil habrían detenido a cinco personas de este clan por presuntos delitos de detención ilegal, amenazas de muerte con arma de fuego, robo con violencia y usurpación de funciones públicas. 

El juez ha decretado prisión sin fianza para los cuatro hombres y ha dejado en libertad con medidas cautelares a la mujer por tener menores a su cargo. Todo ha sucedido en la playa de Son Moll de Cala Rajada. Esta familia es vieja conocida de los agentes, que hace una semana ya acudieron a la zona.

El responsable de una empresa de desokupación se personó en la vivienda para alcanzar un acuerdo con los okupas para que se marcharan, al día siguiente volvió con el trato aparentemente cerrado, pero se encontró en una encerrona, le invitaron a pasar para que todo quedara por escrito, al entrar le rodearon y le intimidaron. 

El trabajador intentó marcharse del domicilio pero los okupas no se lo permitieron. Advirtió que llamaría a la Guardia Civil y en ese momento "apareció en escena un quinto individuo ataviado con un polo del instituto armado y le encañonó con una escopeta de caza", le quitaron el móvil y trataron de atarle con unas bridas para que no escapara. 

Los vecinos alertaron a la Guardia Civil por el revuelo, el rehén consiguió escaparse y hablar con los agentes, que detuvieron a los cinco okupas, que resultó que contaban con antecedentes por varios delitos.