No lo decimos nosotros, sino la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, que aglutina a numerosas asociaciones de feministas.

Parece que esta obsesión es compartida con los jurados de los 38 países que votaron, ya que, como hemos comentado esta misma mañana en Hispanidad, el satanismo y la ideología woke fue lo premiado en Eurovisión. 

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Pero, debemos recordar que la votación total se compone del voto profesional del jurado y el televoto o voto popular y, viendo los resultados, el pueblo llano tiene una visión muy distinta de lo que debería premiarse en el festival de música. 

Así el más votado por el público con 329 votos fue el croata Baby Lasagna, de 28 años, católico y prometido con su novia Elizabeta Ružić, quien ha producido el videoclip de la canción. Marko Purišić, como se llama realmente, es hijo de una profesora de pueblo, sitio donde creció y parece que sus abuelos trabajaban en el campo, todo ello le sirvió como inspiración para su canción, mezcla de pop, rock y elementos folk, donde denunciaba de manera irónica una de las realidades que vivie Croacia: la migración de jóvenes del campo a la ciudad en busca de mejores oportunidades.

En el top 3 también estaba Ucrania, con 146 votos de los jurados: las ucranianas Jerry Heil y Alyona Alyona habían quedado en una posición baja en la tabla, pero el público les otorgó 307 puntos, muy por encima de los 226 obtenidos por el ganador. En su canción reivindicaban la la figuras de la Virgen María y de Madre Teresa, resaltando los valores de resistencia y fuerza. Algo que ellas ven en las mujeres ucranianas en estos momentos de guerra, manteniendo su familia, mientras los hombres están en el frente. 

Y más curioso aún fue el segundo puesto en votación popular, que fue a para a Israel, con nada más y nada menos que 323 puntos. Llama la atención la comparativa con la bajísima puntuación que le otorgaron los jurados profesionales, que parece que sucumbieron al chantaje de los eurofans, que abuchearon la actuación y a todos los países que se atrevieron a darle aunque fuera un punto. 

La cantante Eden Golan dejó a su país en el quinto puesto, y se ganó el favor del público siendo la segunda más votada, con una balada que acababa con mucho más ritmo, Israel dejaba claro su mensaje: volveremos a bailar. 

Y ojo, porque pese a la presión en las universidades, de las protestas, de Podemos y de Sumar, el voto popular en España se decantó por Israel, dándole la primera posición.