La Policía Nacional ha culminado con la detención de diecisiete personas, tres de ellas chicas menores de edad, por incitar a la prostitución a trece jóvenes, la mayoría residentes en centros de acogida. La operación Bakana ha puesto de manifiesto la extensión de un fenómeno, el de la prostitución de menores fugadas de estos centros, que fue denunciado en exclusiva por Diario de Mallorca.
Según informa la Policía Nacional, los agentes de la Ufam llevaban meses investigando unas prácticas que se remontan a los años 2018 y 2019, cuando al menos trece chicas menores, la mayoría de ellas residentes en centros de protección de la ciudad, habrían sido captadas para prostituirse con adultos.
En una primera fase, desarrollada el pasado mes de agosto, fueron detenidas tres chicas menores de edad, residentes en estos centros, que presuntamente convencían a sus compañeras para que mantuvieran relaciones sexuales con adultos a cambio de dinero.
La segunda fase se llevó a cabo el pasado miércoles, y en ella la Policía arrestó a otras catorce personas -diez hombres y cuatro mujeres-, adultas con edades comprendidas entre los 21 y los 65 años. La mayoría de ellos eran hombres que mantuvieron sexo con las menores tras contactar con ellas a través de páginas web para adultos.
Mientras, el Gobierno de la socialista Francina Armengol ha mirado para otro lado en todo momento. De hecho, en más de una ocasión el ejecutivo balear ha rechazo investigar los hechos. Incluso el Parlamento Europeo ha entrado en danza, pidiendo explicaciones sobre los casos de explotación sexual infantil detectados en la isla. Pero no sólo se han pedido explicaciones a la presidenta, en su día Europa les dio un toque a Iglesias -por entonces, ministro de Derechos Sociales- y Marlaska -entonces y actualmente minsitro de Interior, y les solicitó por carta información sobre el escándalo en Baleares.
Que Francina no se esconda, como ya hemos publicado en Hispanidad, en el Consell de Mallorca -centro neurálgico del escándalo- mandan los mismos que en el Gobierno de Armengol: socialistas (PSOE), comunistas de Podemos y nacionalistas de MÉS (la CUP balear).
Pero en su caso Francina está muy ocupada con cuestiones como, por ejemplo, imponer el uso de la lengua catalana.