Insisto: la verdad está en los memes. La verdad se desenvuelve mejor en el nuevo periodismo ciudadano que en el tradicional periodismo clásico: y lo dice, con mucho dolor, un periodista. Bueno, no son muchos, porque la verdad es que el descrédito de los periodistas nos lo hemos ganado, a pulso, los periodistas.
Observen la imagen: dos ancianos siguen llevando el carricoche donde su jovencito retoño, que no parece realizar muchos esfuerzos ni para caminar, mantiene, eso sí, el emblema de “Socialismo o muerte”, con la foto del Ché Guevara, uno de los canallas miserables más admirados de todo el siglo XX.
Traducido: generación progre que vive de sus padres, los anticuadísimos y lamentables conservadores. Padres, por otro lado, dispuestos a aceptar la caradura de sus hijos que se emanciparon ideológicamente pero no monetariamente. La verdad es que la culpa es suya: no les supieron educar.
Socialismo o muerte… que mi padre continúa pagando mis facturas, con su pensión.