Ya ha entrado en vigor la nueva Ordenanza municipal de Terrazas y Veladores de Getafe que contempla multas de entre 750 y 1.500 euros por permitir a los clientes cantar en las terrazas, la utilización de instrumentos o equipos musicales y de imagen o cualquier otro tipo de alboroto.
Así, determina que se podrá reducir el número de mesas o revocar la licencia cuando en estas se genere ruido que supere los límites establecidos en la legislación sobre contaminación acústica en los edificios colindantes, lo que estará supervisado por la Unidad de Medio Ambiente y por la Policía Local.
Y, como siempre, el intermediario es el culpable.
La alcaldesa getafeña, la socialista Sara Hernández, pasa de distribuir guías de educación sexual para los escolares del municipio, a prohibir cantar en las terrazas. Prohibir, prohibir y prohibir... y además implantar la tristeza.