En Hispanidad hemos denunciado en numerosas ocasiones cómo la industria del aborto oculta las consecuencias de las píldoras abortivas: graves infecciones, pérdidas de sangre... e intervenciones quirúrgicas de urgencia. Y a raiz de que la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos aprobara el teleaborto, permitiendo que las píldoras abortivas se vendan en las farmacias, Religión en Libertad destaca que varios ginecólogos han denunciado los riesgos de la píldora, "cuatro veces más peligrosa que la cirugía".
El mifeprex es un componente imprescindible para el aborto químico, bloquea la progesterona y da muerte al bebé. Según MedlinePlus uno de sus efectos secundarios de este componente es el "sangrado intenso o mortal" y otro las "infecciones graves o mortales". Donna Harrison, médico especializada en obstetricia y ginecología, profesora en la Trinity International University y directora de la Asociación Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos Pro-Vida ha hablado de los efectos que de la liberalización de las píldoras en EEUU y los riesgos que conlleva el tomar componentes como el mifeprex sin supervisión médica.
Ha sido en el programa Faithwire de la cadena CBN, donde denominó la píldora abortiva como una "poderosa antihormona": "Bloquea la hormona que permite que el cuerpo de una mujer continúe con el embarazo, y cuando esa hormona está bloqueada, entonces la mujer no puede alimentar al bebé. La hormona tiene efectos en todo el cuerpo, en su cerebro, en sus senos, y no tenemos idea de las consecuencias a largo plazo de esta poderosa antihormona, especialmente en adolescentes".
Harrison habló tambien del misoprostol, otro componente necesario para el aborto que hace que concluya el embarazo acompañado de "hemorragias masivas", similares a las que podrían verse "en un accidente de coche importante". Además, advirtió del riesgo de infecciones potencialmente mortales, y es que ambos componentes dejan el sistema inmunitario de la mujer muy debilitado.
Harrison se ha mostrado muy crítica con la liberización de las píldoras, puesto que esto elimina la supervisión médica, lo que llevará a eliminar "importantes salvaguardas que protegían a las mujeres embarazadas" y producirá muchos "abusos", ya que no se puede llegar a saber si quien compra la pastilla es quien lo va a tomar o el historial clínico de esa persona. Es más, también habla del riesgo de que el embarazo sea ectópicos, "a los que la píldora no afecta", "he revisado personalmente los informes de efectos adversos que se han presentado a la FDA y hay varias mujeres que ya han muerto por un embarazo ectópico roto no reconocido", asegura, a lo que habría que sumar la retención de restos fetales.
Destaca, además, que el medicamento "nunca es seguro" y que "las probabilidades de necesitar una intervención quirúrgica tras su uso aumentan a medida que avanza el periodo de gestación", lo que también hace que aumenten las posibilidades de sufrir una hemorragia. "Una placenta crece a medida que el bebé crece, por lo que hay más vasos sanguíneos del cuerpo de la madre" que estarán expuestos a este peligro, afirmó.
La doctora Harrison alertó de que hay personas y lobbies que están "tan ciegamente comprometidas con el aborto" que "se niegan a ver los efectos reales de este medicamento".
"Tenemos muchos estudios que muestran cómo los abortos químicos son al menos cuatro veces más peligrosos que hacer uno quirúrgico. Cuando estás ciegamente comprometido con algo y te niegas a contemplar la ciencia, eres capaz de todo tipo de cosas que sin ningún sentido médico".