En octubre de 2021 el Gobierno vasco asumió la competencia de prisiones, que hasta entonces era exclusiva del Estado. Porque para contentar a los socios nacionalistas del PNV y de EH Bildu que le mantenían -y le mantienen- en el poder, Pedro Sánchez les dio lo que pedían.
Desde entonces, el PNV ha acometido una política penitenciaria digamos que muy cómoda para los presos, sobre todo para los etarras, a los que les ha permitido salir de prisión sin vigilancia, hasta el punto de que presos comunes de cárceles vascas han denunciado trato de favor a los presos etarras, como más permisos, trabajos remunerados o que no deban compartir celda.
Quizá por ello, es decir, para contentar a los presos comunes y que no protesten por los privilegios de los presos etarras, el Gobierno vasco ha decidido instalar televisores en todas las celdas. Serán en total 1.280, con los que confía no sólo en entretener a los internos sino en que "aprendan muchas cosas", mejoren su lenguaje, su nivel "anímico y psíquico" y su "integración social".
A este paso, va a haber quien quiera delinquir para poder disfrutar de las comodidades de una celda vasca, mucho más moderna y con muchas mas prestaciones que una estatal. Es lo que tiene ser vasco o catalán y poder disfrutar de privilegios por el hecho de que el Gobierno dependa de los diputados vascos o catalanes para gobernar.
Ya saben: en España hay presos de primera o de segunda, en función de donde vivan…