Los católicos haríamos bien en hacer más caso e invertir más dinero en iniciativas cristianas, como Goya Producciones, en lugar de quejarnos tanto.

La Navidad no terminó el Día de Reyes (Epifanía) sino el Día del Bautismo de Jesús, en los días del bautismo del Señor que se celebra, este año, el domingo 12 de enero. Es más, los hay mucho más puristas que alargan el ciclo navideño hasta el 2 de febrero, fiesta de las Candelas, es decir, la Presentación de Jesús en el templo.

Cronológicamente tendrían más razón éstos que aquéllos, pero litúrgicamente la tienen los primeros, los del 12 de enero, por aquello de que el Evangelio divide la vida de Cristo en la tierra en dos partes: la infancia, casi circunscrita al nacimiento y la adoración de los Magos y de los pastores, y la vida adulta de Jesús, que comienza con el bautismo de Juan.

Escojan lo que ustedes prefieran, pero no viene de más, estamos a tiempo, recordar la espléndida felicitación navideña que realizó Goya Producciones, de Andrés Garrigó, un año atrás. Se trata de una de esas productoras cristianas a las que merece la pena hacer más caso e invertir más en ellas y en sus productos. Si los católicos fuéramos más consecuentes, prestaríamos a este tipo de iniciativas el valor que merecen, prestaríamos mucha más atención, la atención que se merecen. 

Por ejemplo, prestaríamos atención a su felicitación navideña del pasado año. Título: "La Navidad es el cumpleaños de Jesús, que nació en Belén y se quedó con nosotros para siempre". Duración: 90 segundos. Ahí va:


Recuerde que todo el año puede ser Navidad.