Joan Baez, poeta y cantante americana, exitosa en la época del hippysmo universal de los años 60 dijo que "Si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ella". Seguramente, es posible, que cuando lo dijese, se refería a la propia política americana y en pleno caso Watergate, cuando la sociedad americana se desmoronaba por un choque de trenes entre la clase política: demócratas y republicanos que se envolvían en la bandera aspirando a que las tradiciones y el poder ejecutivo siguiese controlando las decisiones de los ciudadanos; y en la otra locomotora, la sociedad: impulsada por el liberalismo de las ideas, coreadas por los grupos de rock de moda que exigían las neolibertades sociales a través de nuevas formas de entender o consumir los nuevos tiempos. La actualidad del mundo en pleno siglo XXI y la degradación continuada desde mediados del siglo XX, se ha convertido en una trepidante lucha por romper con el pasado. España es un enorme tubo de ensayo donde las tendencias ideológicas, planteadas sobremanera a través de la política, se puede estudiar las reacciones humanas, la capacidad de someterse o cuál es el punto de ebullición para no llegar a la rebelión ciudadana. El procés, ha sido un reciente ejemplo de cómo se manipula a la masa para llevarla hasta el infinito y mucho más, y luego descaradamente decir que no, que era imposible ser independentista. España, empobrecida intelectual y moralmente, ha vivido una transición que muchos consideran ejemplar, donde las tensiones guerracivilistas se han relajado y donde triunfa una opinión de la vida relativizada. También una sociedad que, como dijo Alfonso Guerra, no la conocerá ni la madre que la parió. Pero de la euforia por la libertad de los años '70 hasta nuestros días, en que todos hacemos lo que nos dé la gana mientras paguemos los impuestos, las multas de tráfico y no hables en público a favor de Dios, de Franco o en contra de los lobby que promocionan la ideología de género que potencian el aborto y el homosexualismo. La España que nació hace casi cuarenta años, provenía de una madre que no era democrática, pero que traía las alforjas cargadas de valores sociales y la intelectualidad de personas preparadas en lo personal y en la experiencia profesional. Todo se ha degradado. Con Zapatero tocamos fondo en la intelectualidad. Y con M. Rajoy tocamos fondo en la moralidad. En definitiva: una nueva era de la sociedad española cuyas muletas, la intelectualidad y la moralidad, está echada a perder. Una sociedad vaciada de valores éticos y morales, donde solo se satisface con el sexo, el dinero y los derechos que impiden que nadie nos diga lo que tenemos que hacer... Todavía no se ha oído un discurso de sindicalistas, ni políticos, ni de la Casa Real, que hable de obligaciones sociales o individuales. Por lo visto se dan por supuesto. También los medios de comunicación han hecho una labor sobresaliente, especialmente los canales de TV que se denominan de entretenimiento, que por ganar audiencia jamás se han detenido en valorar qué es bueno o malo para las personas o la sociedad, si no cuánto dinero quedaba en las cuentas de resultado. Todavía quedan muchos que opinan como Groucho Marx: "Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro". El futuro juzgará a esta generación duramente por muchas cosas. Entre ellas por el empobrecimiento humano que políticos e instituciones han proporcionado a las nuevas generaciones, como canta el tango de Cambalache que dice: Hoy resulta que es lo mismo / ser derecho que traidor / Ignorante sabio o chorro / generoso o estafador. Dios en el banquillo (Rialp) C. S. Lewis. Frente a la política de ideologías que desprecian la antropología del ser humano, las políticas neoliberales y la descreencia permanente de un Dios-Amor, darse un baño de lectura de la mano del gran Lewis, será un placer... ¡Sin duda! La rebelión (Acantilado) Joseph Roth. Si no has leído algo de este autor, posiblemente has perdido el tiempo... Esta historia es la desilusión de un hombre que se ha regido siempre por principios morales y de honestidad hasta que choca con la prepotencia de un Estado burocrático e inmoral. Huid del escepticismo (Encuentro) Christopher Derrick. Magnífico ensayo de este americano que contempla una sociedad hedonista y destruida por el individualismo que pretende compensar con el rearme moral todos los niveles y espacios, para que la sociedad resucite de nuevo desde el corazón y la cabeza de las personas. Humberto Pérez-Tomé Román @hptr2013
Sociedad
¿Hemos tocado fondo la sociedad?
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