Decíamos ayer en Hispanidad que el jueves, el Parlamento europeo someterá a su aprobación el "derecho al aborto", es decir, convertir la despenalización del aborto en derecho al aborto. De ahí, se irá a por el siguiente objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS): instaurar el aborto a vencimiento, hasta el mismísimo momento del parto. 

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Y en este contexto llega una noticia que ha removido el estómago hasta del más abortero. Ha ocurrido en República Checa, en concreto en un hospital de Praga: dos mujeres asiáticas estaban allí, una de ella esperando para una revisión de su embarazo, la otra para realizarse un raspado, proceso por el que se puede provocar un aborto. El personal sanitario las ha confundido y ha terminado practicando un aborto a la mujer embarazada que simplemente estaba allí para revisar el estado de su bebé. 

El aborto en la República Checa es legal en las primeras 12 semanas de embarazo, en este caso, el bebé tenía 16 semanas. Jan Kvacek, director del Hospital Bulovka de Praga, ha asegurado ante los medios que "desgraciadamente se trató de un error humano, un fallo humano".

Ha afirmado que siente "profundamente" la "trágica confusión", ha anunciado que la paciente tiene derecho a recibir "una indemnización" y asistencia psicológica, y se ha excusado justificando el error en "la barrera lingüística entre la progenitora y el doctor", ya que una paciente que habla checo probablemente habría "resistido activamente a someterse a un procedimiento que no comprende".

Los profesionales implicados están bajo suspensión y se ha abierto una exhaustiva investigación, pero claro, volvemos al mismo punto, si el aborto es un derecho porque no se está asesinando a ningún ser humano, no debería haber polémica, pero claro, aunque se intente negar, el aborto es un asesinato porque lo que hay en el vientre de la madre es un ser un humano.