Tal día como hoy, hace 27 años, ETA secuestró al concejal del PP en Ermua, Miguel Ángel Blanco. Tenía 29 años y su asesinato, 48 horas después, a manos de Txapote, quién le disparó dos tiros a la cabeza, marcó un antes y un después en la sociedad española.

Es momento de recordar el colmo de la desfachatez,cuando Marlaska pidió a la hermana de Miguel Ángel, Marimar Blanco, "no minimizar el concepto de terrorismo". Y, hoy, Marimar Blanco, se ha dirigido al Gobierno de Pedro Sánchez. Alto y claro:

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Otra de las víctimas de ETA, José Antonio Ortega Lara, recordaba en el aniversario de su liberación, su hallazgo en el zulo en el que sobrevivió secuestrado 532 días, supuso la venganza de la banda terrorista y el posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco.

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Y así, llegamos a la actualidad, en la que el Gobierno Sánchez parece haber olvidado todo lo anterior, para pactar con los herederos de ETA, EH Bildu, y asegurar así su permanencia en Moncloa. Lo explica mejor que bien, el actor y director Jon Viar, quien cuando apenas era un niño, descubrió el pasado de su padre, Iñaki Viar, vinculado a ETA. Hijo, nieto y bisnieto de nacionalistas vascos, Iñaki fue detenido en 1969 por la brigada político social y juzgado junto a Teo Uriarte y Mario Onaindía en el proceso de Burgos. Años después organizó la fuga de Segovia y, finalmente, en 1977, recuperó la libertad. Iñaki, como otros presos, reniega del nacionalismo y condena la violencia terrorista. Jon, aficionado al cine, trata de entender el pasado de su padre mientras convive con atentados, secuestros y muchos silencios. Para entonces, Iñaki ya es considerado un «traidor» por el mundo nacionalista.

Viar denuncia alto y claro, el blanqueamiento de ETA por quienes ocupan ahora los primeros puestos de la política española.