Los hospitales del suroeste de Haití estaban al límite este lunes, mientras las autoridades incrementaron a 1.419 el número de fallecidos y a 6.900 el de heridos por el fuerte terremoto de magnitud 7,2 del sábado pasado, recoge RTVE.
El potente seísmo también ha destruido cerca de 37.300 viviendas y causado daños estructurales en otras 46.000 y en 25 centros médicos, y ha afectado a cerca de 60.000 familias, según las autoridades.
La ONU resaltó que existe una necesidad urgente de equipos médicos de emergencia, específicamente de atención a traumatismos y suministros ortopédicos, así como el despliegue de personal sanitario local, añade RTVE.
Recordemos que el fuerte terremoto se produce 11 años después del terremoto de 2010 que causó 300.000 muertos y una destrucción de infraestructuras sin precedentes.
El fuerte terremoto se produce 11 años después del terremoto de 2010 que causó 300.000 muertos y una destrucción de infraestructuras sin precedentes
Así las cosas, la Iglesia católica y sus instituciones se están volcando -como siempre- para ayudar a las víctimas de la tragedia.
Por ejemplo, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) aprobó una ayuda de emergencia de más de medio millón de dólares para la población de Haití. El presidente ejecutivo de ACN, Thomas Heine-Geldern, indicó que han llegado mensajes desgarradores desde Haití, un país que sufre “conflictos políticos desde 2019” y donde a principios de julio fue asesinado el presidente, Jovenel Moïse.
Asimismo, la iglesia hispanoamericana, sus obispos y religiosos han expresado su solidaria concreta con Haití, uniendo sus esfuerzos «para acompañarles y ayudarles»: «Haciendo nuestra su situación en este momento de emergencia, con el propósito de desarrollar acciones pastorales conjuntas encaminadas a la reconstrucción del tejido social, a la puesta en marcha de acciones humanitarias para el cuidado de la vida, y a apoyar la misión evangelizadora de la Iglesia haitiana». Y hacen un llamamiento a las naciones del continente y a otras instituciones y organismos a nivel mundial, para que se sumen a esta causa por Haití, recoge Infocatólica.
Por su parte, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hizo un “llamado a la solidaridad” al clero y laicos en el país, y anunció que se sumará a la ayuda internacional para asistir a las víctimas del terremoto. “A través de Cáritas Mexicana hemos iniciado un esfuerzo de reflexión y acción, para ver cómo sumarnos al apoyo internacional, y ayudar a solventar las necesidades más inmediatas”. “La mejor forma de acercar nuestra ayuda es a través del recurso económico que facilita y reactiva la economía local”, señalaron. “Encomendamos a nuestra Cáritas Mexicana la misión de recibir y transferir los fondos”, añadieron, recogió Aciprensa.