En la India, “las atrocidades contra los cristianos no cesan. En 2014 se contabilizaron unos 150 episodios de violencia contra esta comunidad. En 2016 se llegó a los 200 y en 2017 la cifra superó los 270 ataques. En 2018 hubo 292 episodios de violencia contra los cristianos. Y en 2019 (hasta septiembre) se notificaron 247 casos, 60 en el estado de Uttar Pradesh. El año pasado, 40 iglesias fueron cerradas por la violencia. En Chhattisgarh, las comunidades y otros grupos cristianos viven aislados socialmente. Pedimos al gobierno que ponga fin al acoso a los sacerdotes y a la violencia contra la comunidad cristiana”, denuncia el líder cristiano Minakshi Singh, quien convocó a una manifestación pública en Delhi en la que la comunidad cristiana reclamó poner fin a los ataques y la violencia contra sacerdotes, religiosos, monjas y laicos que están siendo acusados de “conversiones fraudulentas”, recoge Fides.
Los cristianos indios piden al gobierno federal que les proteja -también a otras minorías religiosas- y lamentan que el gobierno del primer ministro, Narendra Modi, no haya dado representación a las minorías religiosas al no incluir a ningún ministro cristiano en el gobierno. “Esperamos que Modi pronto pueda incluir a un ministro cristiano en su gabinete que tenga la confianza de la comunidad y pueda salvaguardar los intereses y derechos de los cristianos”, añade Minakshi Singh.
Las minorías religiosas, como cristianos y musulmanes, son blanco de grupos nacionalistas hindúes
“Las minorías religiosas, como cristianos y musulmanes, son blanco de grupos nacionalistas hindúes. Por esta razón, urgen medidas contundentes contra los responsables de esta violencia”, asegura a Fides A.C. Michael, líder indio de la Alianza para la Defensa de la Libertad (ADF), una organización global que defiende los derechos de los cristianos. Michel, quien también es el coordinador del United Christian Forum, explica que los líderes cristianos también han llamado la atención del gobierno sobre la ‘Freedom of Religion Act’, una ley en vigor en siete estados indios que se suele invocar para atacar a las comunidades cristianas. “Leyes de este tipo deberían retirarse de inmediato para garantizar la total libertad religiosa”, señala Michael.
Mientras eso ocurre en la India, en China también hay persecución a los cristianos. Autoridades comunistas ofrecieron una compensación a una comunidad católica por la demolición de su iglesia; eso sí, una oferta que llegó después de que un grupo de sacerdotes y feligreses se atrincherase en las puertas del templo como signo de protesta, publica Aciprensa.
En una aparente concesión a los manifestantes, los funcionarios del Gobierno comunista acordaron proporcionar un terreno para la reconstrucción de la iglesia ubicada en Wu Gao Zhang, parte del distrito Guantao de la provincia Hebei. También se ofreció dinero para compensar la destrucción del edificio original.
Los fieles insisten en que el templo fue totalmente aprobado por el Gobierno chino, a pesar de la disputa
Los católicos realizaron una vigilia nocturna en su parroquia el 31 de octubre, luego de que las autoridades locales dijeron que la iglesia sería destruida debido a una supuesta falta de permiso de construcción. Los fieles insisten en que el templo fue totalmente aprobado por el Gobierno chino, a pesar de la disputa.
Después de varias horas de negociaciones, el régimen chino acordó proporcionar tierras y compensación para reconstruir la iglesia en otro lugar. Aunque los sacerdotes solicitaron que la tierra fuera entregada inmediatamente, antes de la demolición del templo no estaba claro que esto sucediera de inmediato.
La iglesia en Wu Gao Zhang tenía apenas un año y había sido consagrada y abierta el 15 de agosto de 2018, durante la Solemnidad de la Asunción de María. Había sido construido en tierras de cultivo que los feligreses habían comprado, ya que el antiguo templo era demasiado pequeño para su creciente congregación.
“Desmantelan las iglesias sin proporcionar ningún documento oficial”, dijo un sacerdote. En julio y agosto, al menos cinco iglesias católicas en la Diócesis de Yujiang fueron clausuradas a la fuerza por las autoridades debido a su negativa a unirse a la Asociación Católica Patriótica China.