Comenzamos esta crónica semanal de la persecución a los cristianos en la India, donde fundamentalistas hindúes irrumpieron en el hospital cristiano de Sanjo, ubicado en Mandya, y golpearon a Simon George, el gerente de relaciones públicas, y a la administradora, Sor Nirmal Jose porque había una biblia en una habitación del hospital, recoge Infocatólica de Asianews.
El sacerdote Josekutty Kalayil, que se ocupa de los asuntos legales del hospital, cuenta que el caso surgió tras ser internado un anciano hindú por problemas circulatorios el día previo a la agresión. Poco antes de ser dado de alta, el hombre preguntó por qué había una Biblia en su habitación. Simon George, que estaba cumpliendo con su recorrido de rutina, le respondió que podía leerla solo si estaba interesado. Poco después se produjo el asalto, a modo de castigo.
Según Sajan K George, presidente del Global Council of Indian Christians (GCIC), el hospital fue atacado por el simple hecho de estar administrado por religiosos cristianos, a pesar de que en el centro se asiste a cualquier persona, prescindiendo de su fe o casta de pertenencia.
«Los misioneros cristianos que trabajan en el campo médico y educativo –continúa el presidente del GCIC– son el blanco diario de los extremistas hindúes, que tratan de desacreditar su labor altruista, que es hacer que las personas puedan acceder al ‘contacto sanador’ de Jesús».
Además asegura que las acusaciones contra el personal del Sanjo Hospital son falsas, y que deben ser condenadas enérgicamente: «No hay nada de criminal ni ilegal en tener una Biblia en una habitación de hospital, no se ha ofendido a ninguna divinidad hindú».
No hay nada de criminal ni ilegal en tener una Biblia en una habitación de hospital, no se ha ofendido a ninguna divinidad hindú
Sajan K George resalta que la minúscula comunidad cristiana que vive en el distrito de Mandya (cerca de 9.000 personas, sobre un total de 1,8 millones) vive bajo la constante amenaza de los grupos fundamentalistas. «Nuestras instituciones ayudan principalmente a aquellos que nos atacan y ofenden. Que Dios tenga piedad de ellos, pues no saben lo que están haciendo», fue su comentario lacónico.
También en la India, las autoridades ordenaron a la policía local retirar una estatua de Jesucristo de 3,6 metros y otras 14 cruces de un cementerio cristiano del estado de Karnataka, luego de una serie de denuncias sobre cristianos que supuestamente habrían invadido tierras, recoge Infocatólica.
La arquidiócesis local negó las acusaciones: «La remoción forzada de la estatua del Señor Jesús de nuestro cementerio legalmente asignado es inaceptable y ha conmocionado enormemente a los cristianos en Karnataka», dijo el Arzobispo de Bangalore, Mons. Peter Machado, sobre el hecho.
Durante más de 30 años y sin ninguna objeción por parte de la población local, los católicos han venido utilizando los 4,5 acres de tierra (más de 18 mil metros cuadrados) para enterrar a sus seres queridos y para participar de los ritos de Cuaresma, aseguró el P. Cyril Victor Joseph, de la comisión de medios arquidiocesanos. «Fue legalmente entregado a la Iglesia por el gobierno. Tenemos documentos para demostrar la propiedad. Es lamentable que los funcionarios derribaron la estatua y las cruces sin siquiera escucharnos», dijo el presbítero a UCA News.
Pakistán: la impunidad por la violencia contra los cristianos generaría una ola de inseguridad
Nos vamos a Pakistán, donde una ONG que trabaja por los derechos de las minorías sostiene que la impunidad por la violencia contra los cristianos generaría una ola de inseguridad, publica Infocatólica. (http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=37121)
A raíz del brutal asesinato de Saleem, un joven cristiano de 22 años que falleció el 28 de febrero a manos de fanáticos islámicos en Bhagyana, Kasur, la Fundación católica Cecil & Iris Chaudhry (CICF), organización que trabaja por la justicia de los cristianos en Pakistán, demandó a los gobiernos que se responsabilicen de la seguridad de las minorías, como los cristianos.
«Pedimos a los gobiernos, tanto a nivel federal como provincial, que garanticen la seguridad y protección a todos los pakistaníes no musulmanes, como está escrito en la Constitución del país», dijo la presidenta católica de CICF Michelle Chaudhry a la agencia vaticana Fides.
Asimismo, sostuvo que actos de violencia contra los cristianos «generan una ola de inseguridad que deja a nuestras comunidades extremadamente vulnerables. Es responsabilidad del estado proteger a sus ciudadanos independientemente de su fe, condición social, género».
Chaudhry también advirtió que el asesinato de Saleem «es un sombrío recordatorio de que la intolerancia en nombre de la religión en Pakistán ha crecido más allá del estado de derecho». Al respecto, recordó que los fanáticos musulmanes declararon como razón válida para matar a Saleem el ser «un sucio cristiano» y «haber contaminado» el agua de la piscina donde se bañó.
Actualmente, en Pakistán, país de mayoría musulmana, las minorías religiosas principalmente los cristianos, están expuestos a asesinatos y abusos por parte de extremistas islámicos.
Así que urgen oraciones por los cristianos perseguidos por su fe en Cristo.