Pregunta: ¿por qué un millonario se mete a luchar por la libertad en Hong Kong? Respuesta: porque el dinero no lo es todo. 

Y continúa Jimmy Lai: "Yo creo que la vida ha de tener algún sentido y luchar por la libertad significa algo importante para mí. Y no estoy pensando en mi legado sino en hacer las cosas bien sin atender a las consecuencias". Ahora pasa 23 horas al día encerrado en una celda de aislamiento y se le permite ver el sol durante sesenta minutos al día. Y eso que sigue a la espera de juicio.

Lai es un millonario, editor de medios de comunicación en Hong Kong, que se opuso a la tiranía china cuando la colonia inglesa acabó en manos de la China comunista, capitalista: un país, dos sistemas.

El culpable es un canalla llamado Xi Jinping, al que tanto alabamos en el degenerado y estúpido Occidente del siglo XXI. 

Cuando menos ha dicho tres cosas: el dinero como único fin, aburre. Dos: para que la vida no sea un suplicio hace falta tener una razón para vivir. Tres: cuando se hacen la cosas bien puede haber un coste. Conviene afrontarlo.

Este chino, Lai, no Jinping, me gusta. No es un chino con sabiduría oriental sino con sabiduría occidental.