Un joven de Pamplona de 21 años ha perdido la visión de un ojo tras la paliza propinada por un mena (menor extranjero no acompañado) durante un robo en la capital navarra, informa Navarra.com.
Los hechos tuvieron lugar durante la última noche del año, cuando el joven fue abordado de madrugada en la zona del portal de Francia y sufrió la violenta agresión que le provocó la rotura del globo ocular.
La Policía Municipal de Pamplona confirmó que durante aquella noche se produjeron varias detenciones por robos y violencia, la mayoría de ellas provocadas por grupos de menores de origen magrebí que vienen generando importantes problemas de seguridad en Navarra y en Pamplona, añade Navarra.com.
El ‘mantra progre’ dice que hay que ser solidarios con los menas… ¿También con los que delinquen?
Esta nueva agresión ocurre sólo unos días después de una paliza similar sufrida por el hijo del diputado de UPN, Carlos García Adanero, de 17 años en la vuelta del Castillo de Pamplona, que terminó con graves lesiones y varias roturas faciales, recogió Hispanidad.
Estos hechos llevaron a poner en marcha un dispositivo especial de vigilancia en esa zona de la ciudad en el que participan coordinadamente patrullas de la Policía Foral, Policía Municipal y Policía Nacional y que ha conseguido rebajar las acciones de este tipo de menores en ese punto, pero que no evitan que ocurran en otras calles de la ciudad, afirma Navarra.com.
La policía local de Pamplona tiene previsto solicitar una reunión de la Junta de Seguridad con otros cuerpos y responsables judiciales para tratar de atajar un problema preocupante, como son las acciones violentas indiscriminadas de los menores extranjeros no acompañados, que actúan con impunidad, incluso con decenas de antecedentes, recuerda Navarra.com.
Ante la frustración de los cuerpos policiales, que comprueban como sus actuaciones no tienen luego ninguna consecuencia y los agresores siguen protegidos por el Gobierno foral
Estos jóvenes menores están tutelados por el Gobierno de Navarra, pero ahora mismo la situación es de absoluto descontrol, tanto en Pamplona como en localidades como Marcilla, donde se han producido diversas situaciones violentas y acoso a niñas por parte de los menores extranjeros que ocupan el Centro de Observación y Acogida (COA) de la localidad, recuerda Navarra.com.
Se viven ahora mismo momentos de inseguridad en las calles de Pamplona y localidades de Navarra ante la frustración de los cuerpos policiales, que comprueban como sus actuaciones no tienen luego ninguna consecuencia y los agresores siguen protegidos por el Gobierno foral, concluye el mismo medio.
Como explica Navarra Confidencial, "la izquierda no se da cuenta, pero combatir con determinación a los delincuentes que vienen de fuera no sólo no es xenofobia, sino que precisamente es lo único que puede frenar un auténtico brote de xenofobia. Por supuesto este no es sino uno más de todos los importantes problemas que la izquierda negacionista, con sus gafas ideológicas, no quiere ver. Y que por tanto jamás tampoco podrá resolver".
Y es que el ‘mantra progre’ dice que hay que ser solidarios con los menas… ¿También con los que delinquen?