El mes de octubre en España es muy especial, porque recoge una cantidad de efemérides que hace de estos días una fiesta continua o al menos debiera de recorrernos de arriba abajo una orgullosa esencia de ser español. Un mes que, sin duda, nos orienta a la Hispanidad como desarrollo cultural y a la esencia de ver la vida, porque la Hispanidad, aunque tiene que ver con España, trasciende mucho más que lo meramente material de una tierra, un idioma o lugar de nacimiento. La Hispanidad es lo que conforma a la persona en su esencia vital que procura una forma de reconocer en sí mismo la honra y la fe, el respeto por la vida y por los demás.
Demos un repaso rápido a las fechas señeras de octubre:
7 de octubre: en 1571 Tiene lugar la batalla de Lepanto entre la Liga Santa (liderada por España) y el Imperio otomano. Según la tradición, se ganó la batalla por encomendarse a la Virgen, con lo que también se conmemora el día de Nuestra Señora del Rosario.
11 de octubre: en 1469 se entrevistan en Dueñas (Palencia) los Reyes Católicos, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla. Es el inicio de lo que será una España unida tal y como la conocemos hoy.
12 de octubre: en 1492 Cristóbal Colón desembarca por primera vez en el Nuevo Mundo y toma la isla Guanahani en nombre de los Reyes Católicos. Y en 1931, Ramiro de Maeztu hizo coincidir esta fecha con el día de la Hispanidad, que no acoge solo a España si no a todos los países de habla hispana y portuguesa, es decir Iberoamérica, la península hispana, Filipinas, muchas islas del océano Pacífico y Estados Unidos, en Colorado, San Francisco y Nueva York.
7 de octubre de 1571 Tiene lugar la batalla de Lepanto, fecha en la que también se conmemora el día de Nuestra Señora del Rosario
Pero, aunque no caiga en octubre, es también muy reseñable un aniversario que como españoles también deberíamos airearlo a los cuatro vientos, y fue la botadura del Submarino Peral. En efecto, el 8 de septiembre de 1888, en aguas de San Fernando, se botó el primer submarino de la historia de la armada mundial. Un invento español que revolucionó el concepto de la navegación y las batallas marinas. Precisamente, con motivo del 130 Aniversario de la Botadura del Submarino Peral, se ha reeditado uno de los libros más emblemáticos, Isaac Peral. Historia de una frustración, de Agustín Ramón Rodríguez, miembro de la Real Academia de la Historia, donde cuenta cómo fue el desarrollo de la fabricación y los dolores de cabeza que provocó a su inventor Isaac Peral, por la agotadora burocracia española y los tiras y aflojas de la masonería internacional para que tal invento no viera la luz como español.
A pesar del éxito de las pruebas de la nave, las autoridades desecharon el invento y alentaron una campaña de desprestigio contra el inventor, así, el 11 de noviembre de 1890, el Ministro de Marina Antonio Cánovas del Castillo, siguiendo el dictamen del Consejo Superior de la Armada, trasladó a Peral un escrito que había presentado su predecesor en el cargo José María Beránger Ruiz de Apodaca al Consejo de Ministros, cuyo texto era: El Comandante del torpedero submarino entregará al arsenal de la Carraca, bajo inventario, acumuladores, bombas, generadores y demás efectos y material de buque. Después de aquello no le quedó más remedio que solicitar la baja en la Marina e intentar aclarar a la opinión pública la verdad de lo sucedido. Finalmente, el inventor falleció a causa de un cáncer de piel en 1895. Su cuerpo descansa en el cementerio de la Almudena, Madrid.
El pasado día 10 de octubre, en la Sala Peral del Museo Naval de Cartagena, en Cartagena, se celebró con todos los honores la presentación de dicho título. El acto fue a cargo del Capitán de Navío Alejandro Cuerda Lorenzo, jefe del Arma Submarina de la Armada y el autor del de la obra, don Agustín Ramón Rodríguez.