La maternidad subrogada es el nuevo lance progresista que se catapulta desde la onda de la supuesta libertad contemporánea, que es elegir lo que te apetece o lo que el cuerpo te pida o si lo sientas o no... Se trata del nuevo modelo para la posibilidad de ser padre cueste lo que cueste. Y digo bien cueste lo que cueste, porque si lo que no puedes conseguir por la naturaleza, se suple con la fuerza del dinero, y en este caso mucho dinero. Ya sabe, el neoliberalismo globalizante que desconoce las fronteras y ni reconoce las razas cuando hay algo que desea. "Vientres de alquiler" es el término despectivo con que se trata esta forma de procrear. Como resulta impolíticamente correcto, los partidarios quisieron rebautizarla y darle un toque más humano: "Maternidad subrogada". Pero cayeron en otro desliz tan incorrecto si cabe como el anterior al introducir la palabra "maternidad" dando ese toque de cosificación de las mujeres convirtiéndolas en botijos gestores. Entonces, los partidos liberalistas, hoy lo quieren denominar "Gestación sustitutoria" y así lo incluyen en el ante proyecto de ley como que encabeza Ciudadanos. Dato curioso: providas, feministas y partidos radicales de izquierdas van de la mano en contra de la misma ley. No, no piensen que el mundo por fin está cambiando por coincidir en ir en contra de esta ley, porque no es por razones idénticas. Solo son objetivos asíntotos que nunca llegarán a tocarse, porque la izquierda feminista rechaza la ley por el utilitarismo de la mujer como fábrica de hacer hijos, que en el fondo es un concepto anticapitalista, porque si no lo fuera estarían también en contra del aborto. Pero los próvidas luchan por la dignidad de la persona, la mujer gestante y el niño, producto de un comercio de alto coste alimentado por el sentimentalismo de un derecho que no existe, que es de ser padre. Recién publicado llega La maternidad subrogada. Qué es y cuáles son las consecuencias (Sekotia, 2018), escrito en colaboración por los seis expertos más relevantes en bioética: Nicolás Jouve de la Barreda (coordinador de la obra), Natalia López Moratalla, Justo Aznar Lucea, Julio Tudela Cuenca, Marta Albert Márquez y José Miguel Serrano Ruiz Calderón, que hablan con una visión global constructiva y nos advierten sobre los peligros de la utilización de la vida sin valorar la existencia de quienes toman la decisión de contratar una gestación a una mujer y la vida futura que estará en juego. Recientemente pude dirigir un programa de SomosLibro, que precisamente trata de este mismo tema y en relación con esta necesaria publicación de La maternidad subrogada..., porque llegan tiempos revueltos -una vez más- contra la dignidad de la vida y saber de qué se habla es tan necesario como hablar de ello, porque si no pasará lo de casi siempre con la mayoría de las personas que asisten atónitos al escenario. Como no saben, no opinan; como no opinan la sociedad se llena de los medios de comunicación ideologizados y los que no sabían terminan opinando lo que les han dicho desde la tele o la radio cuatro paniaguados sentimentalistas que jamás le hablarán de lo que sucede con la mujer gestante.  Con el proceso de la compra del niño y los padres concomitantes, muchas veces separados antes de percibir el producto en forma de hijo. Humberto Pérez-Tomé Román @hptr2013