La imagen ha sido utilizada para otros menesteres pero viene bastante bien para el caso. En efecto, con la ideología de género se puede meter de rondón, como un caballo de Troya, cualquier cosa, también la pederastia. Por tanto, urge parar en seco a una pedofilia creciente en una sociedad sexualmente enferma. Sí, enferma, porque el adulto que ultraja a una menor es, además de un canalla, un desequilibrado. Aunque recuerden: primero viene la maldad, luego la locura, no al revés.

Sólo un matiz respecto al elocuente gráfico. Lo que en Hispanidad venimos repitiendo es que la pederastia será normalizada y después legalizada, dejará de ser algo malo para adentrarse en el sofisticado mundo de los nuevos derechos humanos de segunda generación, desde el momento mismo en que no puedea emplearse para golpear a la Iglesia. Ni un segundo antes ni un segundo después. 

La fecha de la ‘legalización’ de la pederastia se retrasa pero yo me temo que ya andamos muy cerca del fin. Se retrasa porque la pederastia ha resultado el ataque mas eficaz para desprestigiar a la Iglesia de los ultimos tiempos. Tenía todos los boletos para capitanear el ataque mendaz porque, en efecto que un sacerdote abuse de un menor que le ha sido confiado, material o espiritualmente, resulta especialmente repugnante, Ahora bien, el clero representa un 0,2% del total de la pederastia. Es decir, absolutamente marginal.  Así que la campaña ha resulado exagerado “ad nauseam”. Reiteración de exageraciones, extremosidades, hipérboles, aliteraciones… todos ellos interesados. Y ellas también.

Pero, cuando ya no sirva, hablará Irene Montero -y callará Pedro Sánchez- y dirá aquello de que los niños tienen derecho a acostarse con quien libremente decidan… y a partir de ahí, la pederastia terminará en derecho humano. Bueno, primero la pedofilia (teoría) después de la pederastia (práctica)… aunque doña Irene quiere llegar hasta el final de la carrera en una sola etapa. 

Pero no pasa nada, continuemos hablando de ideología de género.