La Policía Nacional ha detenido a un ciudadano belga, de origen magrebí, presuntamente relacionado con redes del narcotráfico, que portaba un fusil y munición oculto en su equipaje tras ser sorprendido en la estación sur de autobuses de Méndez Álvaro en Madrid. Al parecer, y según las primeras investigaciones, se trataría de un miembro perteneciente a uno de los clanes de la llamada "Mocro Maffia", la principal red criminal de Bélgica y Países Bajos. Procedía de la Costa del Sol, concretamente de Marbella. En Madrid estaba haciendo escala de camino a la ciudad francesa de Nantes.

De esta información se ha hecho eco en su red social X el Inspector Jefe de Policía, Ricardo Ferris, quien destaca el origen del detenido. Y es que, decíamos en Hispanidad que Europa está girando sobre inmigración. Ahora la multiculturalidad ya no resulta la panacea sino la cuna de la inseguridad ciudadana y de los atentados cotidianos contra los derechos más elementales, no de los inmigrantes, sino de los franceses y de otros pueblos europeos que han acogido a esa inmigración. Y ya no es la primera generación de inmigrantes islámicos, es la segunda, muchos de ellos ya nacionalizados en el país en el que residen.

 

Pero, volviendo a la detención en Méndez Álvaro, también se ha pronunciado sobre ello el presidente de la Asociación Policía S.XXI, Samuel Vázquez.

Sobre el detenido, de 25 años, consta una orden de reclamación de Bélgica por delitos de robo, homicidio y secuestro.

La Razón recuerda que este grupo criminal, que ha llegado a amenazar de muerte a la familia real holandesa, está dividido en varios clanes y conformado por ciudadanos belgas y neerlandeses, pero de origen marroquí y tunecino. En los últimos tiempos se ha confirmado su presencia en la provincia de Málaga. En concreto, los últimos tiroteos en Marbella llevan su sello.

Y, mientras, Marlaska mantiene su discurso sobre la inseguridad ciudadana en España: