La Fiscalía investiga un artículo del medio 'La Gaceta de la Iberosfera' que fue compartido vía Twitter por Santiago Abascal -por si incurriera en delito de odio-, en el que se aseguraba que el asesino era de origen magrebí, diciendo que no se "acordarán de esta mujer" ni habrá "minutos de silencio, ni portadas ni programas especiales",  "hay españoles que están sufriendo el disparate migratorio avalado por todos los partidos".

Durante la entrevista en Telecinco con Pedro Piqueras, Abascal admitió su equivocación al asumir que el presunto asesino de la mujer era magrebí, a la vez que, por otra parte, recordaba que el dato de violaciones perpetradas por extranjeros "es muy claro". "No ha podido ni siquiera negar Pedro Sánchez en el Congreso porque es un dato del Ministerio del Interior", ha recalcado Abascal. "Alguno dirá que es gente más desfavorecida que se ve obligada a la delincuencia. Hay muchos españoles desfavorecidos, muchos españoles sin recursos, muchos españoles pobres que no se convierten en delincuentes".

Medios como La Sexta apuntan a que la Fiscalía investiga como delito de odio el bulo difundido por Abascal sobre el crimen de Tirso Molina. Si nos remitimos a la definición de bulo, éste sería una falsedad articulada de manera deliberada para que sea percibida como verdad, con un fin específico. Entonces, ¿el hecho de que el líder de Vox se refiriera a testimonios de testigos que apuntaban a la nacionalidad "magrebí" del presunto asesino, implica que Abascal pretendía al citar a dichos testigos (que contaron lo que habían visto) difundir ese tal bulo?

Cuidado con los delitos de odio, recordemos que, según el artículo 510 del Código Penal, pueden conllevar una condena de hasta cuatro años de cárcel. Recordar además que el novísimo delito de odio -que ya cuenta con un observatorio propio- resulta especialmente venenoso por cuanto la carga de la prueba pesa sobre el acusado, quien tiene que demostrar que no odia al denunciante, tarea singularmente complicada.

Pero volviendo al tema de los bulos, ejemplo de bulos, confirmados como tales, tuvimos en su día el de la falsa agresión homófoba ocurrida en Madrid -que pasó a conocerse como 'bulo del culo'`- y en el que resultó que la víctima confesó que no hubo tal agresión, ni hubo manada homófoba formada por 8 encapuchados. Reconoció que las heridas se las había propiciado él mismo en el transcurso de “una relación” homosexual. En ese caso, se produjo un hecho en el que el protagonista sí difundió una información falsa, articulada de manera deliberada para que sea percibida como verdad, con un fin específico. Eso es un bulo.

Abascal, se equivocó, sí, pero guiándose por los testimonios de vecinos de la zona hartos de los atracos que suceden diariamente y de la inseguridad que sufren cada día. 

Por cierto, muy cerca de Tirso de Molina, en Lavapiés se produjo en 2018 un suceso que sirvió de detotante para acusar de racismo y xenofobia, esta vez a la Policía Municipal. Un senegalés, Mmame Mbage,  iba caminando con un amigo por la calle del Oso, llegando a casa. Eran las 16.53 horas. El primero dijo que se encontraba mal, momento en el que se desplomó, informaron fuentes del caso. Los policías que atendieron al senegalés venían de entregar una notificación judicial en la zona de Embajadores cuando les pidieron ayuda y los agentes le practicaron una maniobra de reanimación cardiopulmonar hasta que llegaron los efectivos del Samur. Entonces, la ex edil de Ahora Madrid y posteriormente candidata de los anticapitalistas al Ayuntamiento de la capital, Rommy Arce, acusó a la Policía Municipal de provocar la muerte de Mmame M., cuando en realidad intentaron salvarle. Tras sus declaraciones, en marzo de 2018, se produjeron disturbios en el barrio madrileño de Lavapiés, con un balance nada despreciable: seis detenidos, veinte heridos, quema de contenedores, rotura de mobiliario urbano, asalto a sucursales bancarias… incluso, fueron apedreados vehículos del Samur-Protección Civil y de los Bomberos. ¿Otro bulo?