El pasado 24 de junio se produjo la mejor noticia del año: el Tribunal Supremo de EEUU proclamó el derecho de la vida, al pronunciarse sobre el caso Dobbs contra la Jackson Women’s Health Organization anulando el fallo de Roe vs. Wade (este legalizó el aborto en 1973). Así puso fin a la protección legal del aborto y dio inicio a la batalla por la vida, porque ahora cualquier estado puede prohibir el aborto o incluso se podría aprobar una ley federal para derogarlo a nivel nacional. Ante este escenario, los millonarios y empresas -sobre todo progres- se han movido para continuar financiando el asesinato de bebés en el seno materno: The Walt Disney Company, Amazon, Starbucks, Levi’s, Apple, Microsoft, Netflix, Tesla, Meta… pagarán los gastos de viaje de empleados que quieran abortar.
Tras el fallo de la Corte Suprema estadounidense, Disney fue una de las primeras multinacionales en reaccionar, pues envió un mensaje interno a todos sus trabajadores comprometiéndose a pagarles los gastos de viaje si desean abortar. “Nuestra compañía mantiene su compromiso de eliminar las barreras y brindar acceso integral a atención asequible y de calidad para todos nuestros empleados, miembros del elenco y sus familias”, señaló la factoría de Mickey Mouse, añadiendo que eso incluye “la planificación familiar y la atención reproductiva, sin importar dónde vivan”. Y ojo, porque el gigante de ocio y entretenimiento que preside Susan E. Arnold y dirige Bob Chapek ya está sufriendo críticas en las redes sociales y boicot por la película de dibujos animados Ligthyear, que refleja como se ha lanzado a la “corrupción de menores” (en palabras de Santiago Abascal, líder de Vox) y a confundir a los niños, según un líder provida mexicano.
“Nuestra compañía mantiene su compromiso de eliminar las barreras y brindar acceso integral a atención asequible y de calidad para todos nuestros empleados, miembros del elenco y sus familias”, señaló Disney, añadiendo que eso incluye “la planificación familiar y la atención reproductiva, sin importar dónde vivan”
Pero Disney no ha sido la única que se ha sumado a la financiación de los abortos de sus empleados, también lo han hecho otras muchas empresas de diversos sectores y otras (la tecnológica Apple, la cadena de cafeterías Starbucks, la empresa de transporte Lyft y el sitio web que publica reseñas de diversas compañías Yelp) han reiterado anuncios que hicieron hace tiempo con medidas similares. Veamos otros miembros que se han unido a la financiación de una parte de la cultura de la muerte que se está instaurando en muchos países del mundo y que ahora puede tener un gran punto de inflexión con el fallo de la Corte Suprema de EEUU.
En la trágica lista se encuentran muchas empresas del sector financiero: JP Morgan Chase, Goldman Sachs, Bank of America, Citigroup, American Express y Mastercard. Otras muchas del sector tecnológico: Meta (matriz de Facebook y dueña de WhatsApp e Instagram que dirige Mark Zuckerberg), el gigante estadounidense de comercio electrónico Amazon, Apple, Microsoft, la empresa de tecnología e Internet Match Group y la japonesa Sony. En el sector mediático, destacan: los conglomerados de medios Comcast y Paramount, la empresa de medios de comunicación de Internet especializada en seguimiento de contenido viral Buzzfeed, la editorial de revistas Condé Nast. Dentro de las empresas de movilidad, están: Tesla, el fabricante de coches eléctricos que dirige el multimillonario Elon Musk cubre el viaje y el alojamiento de los empleados que quieran abortar; el proveedor de servicios de movilidad Uber fundado por Travis Kalanick y Garrett Camp que actualmente dirige Dara Khosrowshahi; o la empresa de transporte Lyft que en su día intentó comprar Uber pero sin éxito. También está la plataforma de streaming Netflix, la empresa productora de prendas de vestir y famosa por su marca de vaqueros Levi Strauss & Co (o también conocida como Levi’s), la compañía de venta minorista de artículos deportivos Dick’s Sporting Goods.
Netflix sigue perdiendo suscriptores y despidiendo trabajadores, pero ofrece a su plantilla una prestación vitalicia de 10.000 dólares para reembolsar el coste de viajes de tratamientos de cáncer, trasplantes, tratamientos de reasignación de sexo o abortos a través del seguro de empresa
En esta lista de financiadores de abortos -y por tanto, de asesinatos de bebés en el vientre materno-, merece una mención especial Netflix, la plataforma de streaming con sede en Los Gatos (California), fundada por Reed Hastings y Marc Randolph, y que está dirigida por Hastings y Ted Sarandos (quien además es el responsable de contenidos). Le están saliendo demasiado caros los contenidos blasfemos y las numerosas polémicas, aunque no hace autocrítica: caída de beneficio neto y pérdida de 200.000 suscriptores en el primer trimestre. Una sangría que continúa y por eso anunció el despido de 150 empleados (cerca del 2% de la plantilla) en mayo, a los que ahora ha sumado el de otros 300 (3-4% de la plantilla) ante la necesidad de reducir costes mientras sigue perdiendo suscriptores. Sus trabajadores disponen de una prestación vitalicia de 10.000 dólares (unos 9.446 euros) para reembolsar el coste de viajes de tratamientos de cáncer, trasplantes, tratamientos de reasignación de sexo o abortos a través del seguro de empresa. Ojo, porque precisamente por esto último podría sufrir más boicot y pérdida de abonados, algo que tal y como está, no le vendría nada bien.
También merece que se destaque al gigante de comercio electrónico fundado por el progre Jeff Bezos y que le ha convertido en uno de los hombres más ricos del mundo. Amazon ya anunció en mayo que cubriría con 4.000 dólares (unos 3.778 euros) los costos de viaje para los trabajadores estadounidenses que buscan atención médica, incluido el aborto y la cirugía transgénero.
¿La mejor respuesta provida a la financiación de abortos por parte de tantas empresas? Sin duda, el boicot a todas y cada una de ellas. Claro que también podrían tener problemas legales, porque tras el fallo de la Corte Suprema de EEUU se espera que hasta 26 estados restrinjan o prohíban aún más los abortos, según Saludiario.com; y porque el pasado mayo, el bufete nacional de abogados Morgan Lewis ya advirtió que si se derogaba el fallo de Roe vs. Wade, habría riesgos particulares en estados como Oklahoma y Texas, donde la legislación permite que las personas presenten demandas civiles contra los proveedores de servicios de aborto y las personas que “deliberadamente ayudan o incitan a la realización o incitan a un aborto, incluido el pago por el aborto, o el reembolso a través de un seguro o de otra manera”.