El arzobispo Paul Gallagher, Secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados, recordó recientemente que: «Más de 365 millones de cristianos, aproximadamente uno de cada siete, se enfrentan a altos niveles de persecución por su fe". "Los ataques contra iglesias y propiedades cristianas aumentaron significativamente en 2023, con más cristianos denunciando ataques violentos que nunca".
Lo hizo durante una conferencia celebrada en Roma, titulada 'Libertad religiosa y desarrollo humano integral: una nueva plataforma global', recogida por Vatican News.
En su intervención, Mons. Paul Gallagher destacó que «es el derecho a la libertad de conciencia el que proporciona la base para todos los demás derechos humanos». Por lo que "está claro que la violación del derecho a la libertad religiosa tiene el efecto de socavar no sólo un derecho, sino toda la categoría de los derechos humanos".
Añadió que «el Estado debe ejercer una neutralidad desapegada y garantizar a los grupos religiosos y a todos los individuos el mismo derecho a la manifestación pública de sus convicciones religiosas». «Quienes puedan disfrutar de libertad religiosa también podrán lograr su propio desarrollo integral y ser agentes de desarrollo en la sociedad en general», concluyó.