Ante la intención del Ministerio de Igualdad de crear un registro de médicos objetores al aborto con una intención -al parecer- meramente organizativa, Hispanidad propuso recientemente que, si la intención es meramente organizativa, lo más lógico sería crear un registro de médicos dispuestos a perpetrar abortos, en vez de señalar en un registro a los que objetan en conciencia.

Y esta fue la línea argumental empleada ayer por el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, durante una rueda de prensa: "El argumento para registrar a los objetores de conciencia es que hay que organizar bien el servicio. Pero para eso podrían registrar también a los que sí están dispuestos. ¿Por qué no registran a los que están dispuestos a hacer abortos o eutanasias?”, recoge Religión en Libertad.  

"Considero preocupante que se considere 'progreso' el impedir la vida y se considere 'conservador', incluso ultraconservador, oponerse al aborto, mientras consideran superprogresista el defender al lobo o a la abubilla verde o a los huevos de las cigüeñas. No se pueden desmontar los nidos en las torres de las iglesias, a veces amenazando, porque hay un huevo de cigüeña, especie protegida. ¿Cómo no considerar especie protegida a la vida humana?", improvisó Argüello ante las preguntas de los periodistas.

Esta no es una cuestión de fe, es una cuestión de ciencia, y la ciencia nos dice que hay una nueva vida, con un ADN propio, con un genoma propio, con capacidad de crecer y desarrollarse

"El aborto es un drama, en primer lugar para la mujer que lleva una nueva vida, seguramente también para el padre de la criatura. Hay que buscar soluciones y ayudar a la persona a caer en la cuenta de que puede haber otra salida, acompañar ese embarazo, ayuda psicológica, social, a la posible adopción...", añadió el portavoz de la Conferencia Episcopal española.

Después Argüello defendió el "derecho de presencia en la plaza pública, en la calle, para poder orar, ofrecer otras posibilidades y ayudas”, como hace la actual campaña de ’40 Días por la Vida’ que se celebra en todo el mundo: "La experiencia de 40 Días por la Vida en muchos lugares del mundo da un resultado singularmente significativa de personas que ante la información recibida han cambiado su decisión y eso es importante, porque se ha salvado la vida de un hijo en el vientre de la madre y se ha orientado de otra manera la vida de la mujer, que ya es madre, porque lleva en su seno una nueva vida, como las ecografías, el ADN, el genoma, nos ayudan [a ver]. Esta no es una cuestión de fe, es una cuestión de ciencia, y la ciencia nos dice que hay una nueva vida, con un ADN propio, con un genoma propio, con capacidad de crecer y desarrollarse, que si no se interrumpen llegan a alumbrar…”. 

"La presencia de estas personas, que van por su propia iniciativa, quiere recordar, por una parte, con la oración, la dignidad sagrada de la vida humana, y por otra, con información, las alternativas que hay al aborto. No sé como se realiza en cada sitio. Es un movimiento de carácter mundial, de 40 días a favor de la vida, no sólo en España, en muchas partes del mundo. No sé si puede haber alguna persona que haga algo inconveniente, en el sentido de violentar, no de manera física, a otras personas. Pero si se reconoce legalmente el derecho al aborto, también es cierto que se reconoce la libertad de expresión, el derecho de manifestación, y la posibilidad de transmitir información", añadió Argüello.