Comenzamos esta crónica semanal sobre persecución a los cristianos en Mozambique, donde terroristas yihadistas atacaron la comunidad católica en Mocímboa da Praia y, desde entonces, 70 personas -entre ellas ancianos y niños- están desaparecidas. Las religiosas son las hermanas Inés Ramos y Eliane da Costa, ambas brasileñas y la hermana Inés, de más de 70 años, recoge Aciprensa.
El P. Kwiriwi Fonseca, de la Diócesis de Pemba (Mozambique), declaró a la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) que las autoridades hasta ahora no han esclarecido lo que sucedió a estas dos religiosas y a las más de 70 personas que se encontraban en el convento de la comunidad cuando se produjo el ataque.
“Cuando la ciudad fue ocupada, debido a la inviabilidad de la comunicación por la falta de conexión, no pudimos establecer contacto con las hermanas y creemos que ellas perdieron sus teléfonos. (…) Creemos que tal vez no estén muertas, pero que no tienen forma de comunicarse. Así es como nos consolamos, porque no conocemos exactamente la versión oficial. No tenemos ninguna noticia oficial”, aseguró el P. Fonseca.
Desde octubre de 2017, la provincia de Cabo Delgado viene siendo escenario de ataques de grupos armados que desde hace algunos meses se declaran afiliados a Daesh o Estado Islámico. Los ataques han ido aumentando en intensidad en los últimos meses, especialmente, desde principios de este año, provocando una crisis humanitaria.
La fundación pontificia ACN ayuda a los cristianos de Mozambique con varios proyectos, desde la reconstrucción de iglesias hasta la ayuda al sustento de los sacerdotes y misioneros.
En Bielorrusia, el Gobierno impide al jefe de la Iglesia católica la entrada a su país
Y seguimos nuestra crónica semanal sobre persecución a los cristianos en Bielorrusia, porque al jefe de la Iglesia católica de aquel país, monseñor Tadeusz Kondrusiewicz, le fue impedido esta semana entrar en su país por el Gobierno de Alexander Lukashenko, publicó Infobae.
Bielorrusia se encuentra sumida en un movimiento de protestas sin precedentes desde hace tres semanas. El pasado domingo, la oposición concentró en las calles de la capital a decenas de miles de personas por tercer fin de semana consecutivo, denunciando la reelección, considerada fraudulenta, del jefe del Estado, Alexander Lukashenko.
Este movimiento ha sido objeto de una fuerte represión por parte de las fuerzas de seguridad, que han matado al menos a tres personas y herido a varias decenas, algo denunciado por la Iglesia católica de Bielorrusia.
Monseñor Tadeusz Kondrusiewicz afirmó en una entrevista a la emisora de radio polaca Radio Maria que "hay razones para pensar que las elecciones no fueron equitativas".
La Iglesia católica estima que alrededor del 15% de la población de Bielorrusia, país con 9,5 millones de habitantes, se considera católica, sobre todo en el oeste de su territorio. Es la segunda religión del país por detrás del cristianismo ortodoxo.
En Burkina Faso, los niños preparan su Primera Comunión, pese a la persecución yihadista: “Cuento con Jesús en esta difícil situación
Damos un salto en esta crónica sobre persecución a los cristianos y nos trasladamos a África, concretamente a Burkina Faso, que sufre graves problemas relacionados con el terrorismo yihadista y con la pandemia de coronavirus, pero eso no ha impedido que un pequeño grupo de niños desplazados internos pueda recibir la Primera Comunión, informa Aciprensa.
Según informa la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada, los yihadistas y las bandas criminales han atacado violentamente grandes partes de este país, predominantemente musulmán. Pero los cristianos, que constituyen alrededor del treinta por ciento de la población, también se ven afectados por el terror. Decenas de miles de ellos han huido de las zonas atacadas por los terroristas, muchos han encontrado refugio en la diócesis de Kaya.
Pero esto no impide que recientemente celebraran la comunión algunos de los niños de la diócesis de Kaya y por un momento olvidaran los horrores que enfrentan cada día.
El P. Gabriel Bamogo explicó a ACN que estos niños “proceden de Dablo y se vieron obligados a huir de su pueblo por el terror que allí reinaba. Además, debido al Covid-19, todas las celebraciones sacramentales previstas han tenido que ser pospuestas”.
Una de las pequeñas que ha hecho la primera Comunión es Elisabeth Bamogo, que nació en 2007 y llegó a Kaya en mayo de 2019, se refugió con sus padres en el pueblo de Dablo huyendo del terror contra los cristianos. Durante una misa dominical del pasado mes de mayo, un grupo de yihadistas en moto atacaron la iglesia con ametralladoras.
El P. Simeon, sacerdote del pueblo, fue asesinado, al igual que cinco hombres de la parroquia. Antes de huir, los yihadistas prendieron fuego a la iglesia y amenazaron a la población diciéndoles: “Convertíos al islam. Si no lo hacéis, os enfrentaréis a la pena de muerte cuando regresemos”.
Elizabeth recuerda todo estos horrores el día de su primera Comunión. “No podíamos quedarnos más tiempo en nuestra casa, era insoportable. Todos los días nos sentíamos amenazados allí”, aseguró porque “los que nos buscan no tienen piedad. Puede que no maten a los niños, pero matan a nuestros padres. Nos habríamos quedado huérfanos”.
Sin embargo, Elizabeth asegura que no pierde la esperanza: “Cuento con Jesús en esta difícil situación en la que vivimos mis padres y yo. En Él confío”.