Lo cierto es que en 2030 se conmemoran cien años de la primera final de un Mundial, que se jugó en 1930 en Uruguay. Allí, en el Estadio Centenario de Montevideo, la anfitriona jugará el partido inaugural en la edición de 2030. No será el único partido en América: Argentina albergará el primer encuentro de la albiceleste y Paraguay el de su selección. Chile, que estaba incluida en la candidatura americana para celebrar el campeonato íntegramente, se ha caído finalmente.
Del continente americano damos el salto a Europa, donde se jugarán -España y Portugal- el grueso de partidos, incluida la final, que tendrá lugar en nuestro país. La candidatura ibérica, como recordarán, también incluía a Marruecos. Mohamed VI estaba exultante este miércoles, tras conocer la noticia que “reconoce el lugar destacado de Marruecos en el concierto de las grandes naciones”. Tras esta muestra de humildad, el monarca ha felicitado a España y Portugal y ha insistido en “el compromiso del Reino de Marruecos de trabajar con una perfecta sinergia con las instancias encargadas de este dosier, en cada uno de los países anfitriones”.
El encargado de dar la noticia ha sido el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez y lo ha hecho este mediodía a través de su cuenta oficial de X (antes Twitter). El Mundial también se ha globalizado. Habrá que ver cómo queda finalmente el calendario y el número de sedes en cada país. Todavía faltan siete años, los mismos que restan de la Agenda 2030.