Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Myanmar (antigua Birmania), donde desde el golpe de estado por parte de la junta militar en febrero de 2021, los militares han arrestado a 20 líderes cristianos, católicos y protestantes, recoge Infocatólica de ACN.
Si bien una docena de los arrestados fueron liberados más tarde, cuatro permanecen detenidos y cuatro fueron asesinados, según informa el Instituto de Asuntos Chin. El actual régimen ha dicho que ellos no atacaron lugares de culto y que en todo caso habría sido una consecuencia secundaria. De ese modo se ha desvinculado de los hechos.
Además, cerca de un centenar de edificios religiosos han sido destruidos por el ejército en zonas donde se concentra la resistencia antigolpista, especialmente en el noroeste y sureste del país.
Desde diciembre, el ejército birmano ha intensificado los ataques en los estados de Chin y Kayah, de mayoría cristiana, y en las regiones predominantemente budistas de Sagaing y Magwe. Entre febrero de 2021 y enero de 2022, el ejército destruyó en Chin unas 35 iglesias y otros 15 edificios afiliados, según la Chin Human Rights Organization. El Karenni Human Rights Group afirma que en Kayah, en el mismo período, destruyeron al menos 12 iglesias.
Según el analista de Puertas Abiertas, Thomas Muller, "la investigación de 2019 centrada en los rohingya, que fue llevada a cabo por la Misión Internacional de Investigación de la ONU, ya había encontrado indicios de que se estaban llevando a cabo ataques sistemáticos contra los cristianos. Sin embargo, el conflicto actual es mucho más amplio y está afectando de forma desproporcionada a las comunidades cristianas en los estados de Chin, Kachin, Karen y Kayah, así como en la región de Sagaing (UCA News, 24 de marzo de 2022). En el estado de Kayin, en la frontera con Tailandia, hay 10.000 desplazados internos. En todos estos lugares, cada vez es más difícil recibir noticias, ya que el régimen reprime a los reporteros (Radio Free Asia, 29 de marzo de 2022)».
La persecución de los cristianos en la India se está intensificando, lo que lleva a una violencia sistemática y cuidadosamente orquestada contra los cristianos
Nos vamos a la India, donde se han registrado al menos 127 episodios de violencia contra los cristianos en los primeros 103 días de 2022: así lo indica un informe publicado por el Foro Cristiano Unido (United Christian Forum - UCF), una organización ecuménica con sede en Nueva Delhi, recoge Fides.
En el texto el organismo que vigila la violencia contra los cristianos explica que los incidentes fueron registrados por el "número gratuito" especial, una línea telefónica puesta a disposición del público. "Hoy, 15 de abril, hace más de dos mil años Jesús fue perseguido y crucificado en este día. Los seguidores de Jesús siguen siendo perseguidos hoy en día en algunas partes del mundo, incluida la India, donde grupos de personas difunden el odio contra las minorías para obtener beneficios políticos", subraya el católico A.C. Michael, coordinador nacional de la UCF.
"La persecución de los cristianos en la India se está intensificando, lo que lleva a una violencia sistemática y cuidadosamente orquestada contra los cristianos, llevada a cabo también con el uso de las redes sociales, utilizadas para difundir desinformación y fomentar el odio", dice Michael, recordando que en 2021 se registraron 502 incidentes de violencia anticristiana.
Según el informe enviado a la Agencia Fides, en enero de 2022 se han producido 40 incidentes, 35 en febrero, 34 en marzo y otros más en abril, y estos son sólo los denunciados. Hay 89 párrocos que han sido golpeados y amenazados con represalias si siguen dirigiendo oraciones y liturgias. 68 iglesias fueron atacadas, 367 mujeres y 366 niños resultaron heridos. De los 127 incidentes, 82 fueron de violencia masiva, llevados a cabo por una turba de militantes.
Debido a esta violencia, hay 42 casos pendientes en varios tribunales que cuestionan la validez constitucional de la llamada "Ley de Libertad de Religión", una medida utilizada en varios estados indios para acusar falsamente a misioneros y pastores de llevar a cabo "conversiones religiosas forzadas", explica Michael, antiguo miembro de la Comisión de Minorías de Delhi. Hasta la fecha, señala, ningún cristiano ha sido condenado por obligar a alguien a convertirse.
Toda la comunidad católica de Sri Lanka desea saber la verdad sobre estos atentados porque el daño causado a la comunidad ha sido muy, muy profundo
Y terminamos esta crónica semanal en Sri Lanka, donde el Cardenal Malcom Ranjit, Arzobispo de Colombo, aseguró que no se ha hecho justicia con los 269 fallecidos y más de 500 heridos en los atentados perpetrados el Domingo de Resurrección del año 2019, recogió Aciprensa.
El 21 de abril de 2019, Domingo de Pascua, terroristas musulmanes atacaron tres iglesias y varios hoteles en Sri Lanka. Dos días después el Estado Islámico (ISIS) se atribuyó el ataque como represalia de los ataques contra dos mezquitas en Nueva Zelanda ocurridos en marzo, donde murieron al menos 49 personas. En el mes de junio de 2019, la policía de Sri Lanka detuvo a dos altos funcionarios acusados de no haber alertado sobre las amenazas terroristas que terminaron en estos graves atentados.
El Gobierno de Sri Lanka presentó un informe sobre la autoría de estos atentados. Los 88 volúmenes con los resultados de esta investigación llega tres años después de ser cometidos y han costado 2,5 millones de dólares al gobierno. De esta manera, se han presentado 23 mil cargos contra 25 personas.
Sin embargo, en declaraciones a la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el cardenal Ranjit aseguró que no considera que se haya hecho justicia con los fallecidos.
“Toda la comunidad católica de Sri Lanka desea saber la verdad sobre estos atentados porque el daño causado a la comunidad ha sido muy, muy profundo, han muerto 269 personas, la mayoría de ellas católicas; sin olvidarse del intento de enfrentar a una comunidad religiosa con otra que sería la “agenda oculta” detrás de estos ataques”, precisó el Arzobispo de Colombo.
La policía de Sri Lanka arrestó a dos altos funcionarios acusados de no haber alertado sobre las amenazas terroristas que terminaron en los graves atentados de Pascua del 21 de abril de este año contra varias iglesias y hoteles, que dejaron más de 350 muertos y cientos de heridos en el país asiático.