Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Nepal, donde fueron arrestadas y enviadas a prisión dos misioneras coreanas de la Congregación de las Hermanas de San Pablo de Chartrese, recoge Aciprensa.
La noche del 14 de septiembre la policía local arrestó a las Hermanas Gemma Lucia Kim y Martha Park, que trabajaban en Pokhara, a unos 200 km de la capital de Nepal, Katmandú, por supuestos cargos de proselitismo y actividades de conversión. Las religiosas estuvieron bajo custodia hasta el 27 de septiembre, cuando fueron enviadas a prisión después de que se les negara la libertad bajo fianza.
Las hermanas dirigen un centro de formación en la zona de tugurios de Pokhara y durante la pandemia de Covid-19 se encargaron de distribuir alimentos entre las personas más vulnerables.
ACN agregó que durante estas actividades un grupo de personas acusó a las religiosas de condicionar a los pobres para que se convirtieran al catolicismo a cambio de alimentos de baja calidad. Frente a esta acusación, Monseñor Simick indicó que las “acusaciones de conversiones son completamente infundadas e injustas. Este acto revela no solo la intolerancia de quienes acusaron a las hermanas, sino también el desconocimiento de las necesidades de los pobres”.
“Nosotros, como católicos, no nos entregamos a una conversión forzosa y las hermanas coreanas son conocidas por hacer exclusivamente trabajo social”, remarcó el vicario apostólico de Nepal, Mons. Paul Simick. Añadió que las religiosas se han dedicado “totalmente a los pobres durante tantos años” y pidió “una investigación en profundidad de lo sucedido”.
ACN indicó que en los últimos años los cristianos en Nepal han sido víctimas de una hostilidad e intolerancia en el país. Señaló que según el Informe de Libertad Religiosa 2021, la “adopción de la nueva Constitución en 2015 y el nuevo código penal que prohíbe el proselitismo”, han provocado un “aumento de la presión legal y social sobre los cristianos”.
En el ambiente general de violencia, vemos ataques a las iglesias cristianas, pero ninguna destrucción de pagodas budistas
Nos vamos a Myanmar, donde los militares devastaron una iglesia cristiana tras atacar la aldea de Tlang Rua, en la zona noroeste de Myanmar, y luego acamparon dentro de la iglesia. Según ha sabido la Agencia Fides, en el ataque al pueblo, que tuvo lugar el 19 de octubre, también quemaron 12 casas.
El padre Noel Hran Tin Thang, un sacerdote birmano, ha dicho a la Agencia Fides: "En el ambiente general de violencia, vemos ataques a las iglesias cristianas, pero ninguna destrucción de pagodas budistas. ¿Por qué? Los miembros de las fuerzas de resistencia son birmanos de todas las religiones y grupos étnicos. ¿Por qué esta furia contra los cristianos?”.
“Desde el comienzo de la crisis política y social, las iglesias han dado cobijo a las personas que huyen del conflicto, según una labor de acogida y ayuda humanitaria", explican sacerdotes y religiosos locales, además de ofrecer asistencia sanitaria, en muchas iglesias, hospitales, dispensarios, instalaciones cristianas como la conocida "Clínica de la Compasión" de Loikaw.
Hay que tener en cuenta que los cristianos de Myanmar (alrededor del 6% de la población, el 90% de la cual es budista) proceden principalmente de zonas de minorías étnicas y por ello sufren una larga hostilidad por parte del ejército, tanto por su etnia como por su religión.
La violencia militar contra las minorías cristianas forma parte de una ofensiva más amplia contra el movimiento de resistencia, extendido por todo el país, que está poniendo a prueba a la población. Las Naciones Unidas han afirmado que 3 millones de mujeres, niños y hombres necesitan urgentemente asistencia y protección en el Myanmar post-Golpe debido al conflicto, la inseguridad alimentaria, las catástrofes naturales y la pandemia de Covid-19.
Deben decapitarlos cuando vengan a realizar conversiones religiosas
Y en la India, el swami Parmatmanand, un líder religioso hindú perteneciente al estado de Chhattisgarh, dice en un impactante vídeo que está dispuesto a emplear armas para atacar la venida de una supuesta «ola» de conversiones al cristianismo, recoge Infoactolica de Asia News.
En su exposición, el referente de Hindutva también asegura: «Tengan palos en su casa. La gente de las ciudades no lo hace, pero en nuestras aldeas también tienen hachas. Deben decapitarlos cuando vengan a realizar conversiones religiosas. (…) Ustedes se preguntarán por qué un santo como yo habla de violencia. Ustedes dirán: ¿cómo puede ser santo si enciende el fuego? A veces hay que encender el fuego, incluso Hanuman (una deidad hindú, ndr) lo hizo. Les digo que no deben perdonar a nadie que venga a convertirlos en su casa, en su calle, en su barrio, en su pueblo».
En la misma línea, sacerdotes en la India denunciaron que por fines políticos un grupo de nacionalistas hindúes amenazó a un colegio católico si no instala una estatua de una deidad hindú en el interior de sus instalaciones, recoge Aciprensa.
El 25 de octubre, militantes de una organización nacionalista hindú entregaron un memorando al padre Augustine Chittuparambil, director del colegio católico Christ Jyti Senior Secondary School, exigiéndole bajo amenazas y con falsas acusaciones que “reinstale” al interior de la escuela un altar a Saraswati, diosa hindú del conocimiento.
El Christ Jyti Senior Secondary School es un colegio católico ubicado en el distrito de Satna, en el estado de Madhya Pradesh, en el norte de la India, un país donde el hinduismo es la religión oficial y mayoritaria y los cristianos son minoría.
En declaraciones a Asia News, el P. Chittuparambil relató que “un grupo de jóvenes de Bajrang Dal -organización militante nacionalista- me entregó un memorando en el que piden que se coloque una estatua de la diosa Saraswati” en el colegio. “Me dieron 15 días para instalar la estatua, tras lo cual nos amenazaron con provocar disturbios y huelgas en la población”, subrayó.
Por su parte, el secretario general de la Conferencia de Obispos Católicos de la India (CBCI) y Arzobispo de Vasai (estado de Maharashtra), Mons. Félix Machado, afirmó: “La Iglesia Católica está prestando un servicio ejemplar en el campo de la educación y de la salud, sirviendo a la comunidad independientemente de su casta o credo”, dijo. “En este momento hace falta diálogo: debemos escucharnos unos a otros para caminar juntos”. agregó.
Según Open Doors, el nivel de persecución contra los cristianos ha aumentado desde que el partido nacionalista hindú Bharatiya Janata ganó el poder en 2014. Además, acusó al partido gobernante de permitir que grupos extremistas ataquen a los cristianos con impunidad.