Netflix se mueve al estilo Disney. Lo hace no sólo por su apuesta por el progresismo y su último meneo ideológico (el woke), también por ser seguir los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM) -que se resumen en ideología de género y ateísmo- y por convertir los contenidos en un medio de adoctrinamiento de niños (lo que Santiago Abascal, líder de Vox, llama corrupción de menores). Y así se puede ver, por ejemplo, en que muestra un niño con tutú, tiara... y padres homosexuales.
Esta escena aparece en la serie de dibujos animados Calle CoComelon que emite la progre y blasfema plataforma de streaming que dirige el activista woke Reed Hastings. El niño con tutú y tiara se llama Nico y sus padres homosexuales (uno de ellos además es afrodescendiente... para ser cuanto más inclusiva mejor) le cantan una canción que repite varias veces la frase “simplemente sé tú mismo”. La escena ha llegado también a las redes sociales y muchos usuarios han criticado a Netflix e incluso han llegado a pedir su boicot, algo que el comentarista conservador Matt Walsh ha referido como “el tratamiento Bud Light”, aludiendo a la campaña contra la cerveza Budweiser surgida hace unos meses por contratar al trans Dylan Mulvaney, según informa Voz Media.
El nuevo CoComelon en Netflix muestra a un niño con vestido para sus 2 padres homosexuales.
— Emmanuel Rincón (@EmmaRincon) December 20, 2023
CoComelon es el programa más popular para bebés y niños mayores de 2 años. pic.twitter.com/Th9u4iYQ2N
Este contenido de Calle CoComelon no gustará a Elon Musk, que afortunadamente no tiene reparos en ser políticamente incorrecto y acaba de cargar contra Disney al ver como un error que impulse el “virus woke” y animar al boicot del público. De hecho, para el multimillonario fundador y dirigente de Tesla, así como jefe de SpaceX y de la red social X (antes Twitter) “el virus woke es el comunismo rebautizado” y la pasada primavera refirió que la crisis de Netflix se debía al “virus woke” que impulsa. Por cierto, recuerden que Musk defiende que “los padres contraataquen” la ideología de género, pues ha condenado la realización de procedimientos y cirugías de cambio de sexo en niños: “Cualquier padre o médico que esterilice a un niño antes de que sea un adulto con consentimiento debería ir a la cárcel de por vida”.
Ahora la plataforma de streaming no está en crisis como en primavera, pues en los nueve primeros meses ganó unos 4.233 millones de euros (+0,8%), elevó su beneficio operativo a 5.167 millones, facturó 23.574 millones (+4,7%) y creció en suscriptores. Eso sí, mantuvo una elevada deuda a largo plazo que no se permite a otras compañías al otro lado del océano Atlántico... y anunció una nueva subida de precios. ¿Qué más quiere?, si pese a la elevada competencia, sigue teniendo el dominio del mercado (cerró septiembre con 247,15 millones y saca bastante ventaja a su principal rival, Disney+, que supera los 150 millones; y también al resto de competidores).
Recuerden que la escena de Calle Cocomelon se une a la larga lista de polémicas de Netflix. Entre ellas, el bisonte no binario que muestra en los dibujos animados Ridley Jones, la guardiana del museo; el mensaje ‘No creo en Jesús’ en vídeos infantiles; la cancelación de la película Sonido de libertad que carga contra la trata de niños; las críticas de Georgia Meloni, primera ministra de Italia, por su promoción de la droga; o el pinchazo de La reina Cleopatra afrodescendiente.