El año 2024 se ha iniciado con un balance miserable de emigración de los desesperados venezolanos hacia Estados Unidos: medio millón de inmigrantes le ha enviado Nicolás Maduro a Joe Biden, quien, mientras apalea al racista Donald Trump no deja de alargar el muro y las fronteras cerradas... de Donald Trump.
De paso, el desgraciado de Nicolás Maduro, tras condenar a los venezolanos a la miseria, ha puesto en ebullición a todo el istmo centroamericano y a México, regido por otro comunista-indigenista, llamado Andrés Manuel López Obrador (AMLO), con sus caravanas de compatriotas impecunes que huyen de la miseria en que les ha sumido... Maduro.
¿Que por qué abandonan Venezuela? Los que pueden, se cogen un avión y se instalan en Madrid, en la madre patria. Los que no pueden, a los que Maduro les ha robado todo, huyen por tierra hacia Estados Unidos, el cantamañanas senil más tonto del mundo, el tal Yayoyou, les ha levantado el bloqueo de Trump... a cambio de unas promesas de democratización que Maduro se pasa por el forro.
Mohamed VI hace algo parecido con España. Sólo que dosifica los emigrantes-proyectil que envía contra España según Pedro Sánchez ceda más o menos a las pretensiones del miserable sátrapa magrebí.
Ojo, Mohamed VI no sólo utiliza a los marroquíes, sus queridos súbditos, a los que mata de hambre para que presionen sobre Ceuta, Melilla, Canarias y toda la península ibérica, donde ya posee una quinta columna que se aproxima al millón de personas, sino que también utiliza a los habitantes de África Negra para lanzarlos contra España.
Por cierto, cuando crea llegado el momento de invadir España, Mohamed VI espera que esa quinta columna monte el pollo desde dentro, en Madrid, Barcelona, Valencia, etc.
Además, Mohamed se vale de los africanos empobrecidos y desesperados, de todo el África negra, dispuesto a montarse en un cayuco por el océano, camino de Canarias... mientras Perico Sánchez blasona de que bajo su presidencia europea se ha logrado un acuerdo, naturalmente histórico, europeo sobre migración.
Pero no nos perdamos. Lo cierto es que tanto Maduro en América como Mohamed en Europa, utilizan carne humana para chantajear a Occidente. No utilizan a sus soldados, no, que a esos les dispararían los vigilantes de las fronteras: utilizan a mujeres y niños que buscan salir del hambre.
Aquí hay que insistir o nos perdemos: ¿Por qué se van? Pues porque Maduro y Mohamed, ambos bastante obesos, matan de hambre a sus amados ciudadanos, con lo que éstos, desesperados por la miseria están dispuestos a lo que sea, a recorrer miles de kilómetros por terreno selvático o arriesgar a que un tiburón les devore en el mar. A lo que sea.
Mientras Occidente, en lugar de golpear a Maduro y a Mohamed, los culpables del 'genocidio' migratorio, se culpa a sí mismo, con un ejército de estúpidos onegeros que recogen a los inmigrantes que esclavizan las mafias y se los entregan a los 'salvamentos marítimos' o similar para que les atiendan. Porque esa es otra: las ONG se comportan como Mohamed y Nicolás: lo de socorrer, no digamos nada integrar, a los emigrantes... la mitad de la mitad.
Medio millón de misiles venezolanos le ha enviado Maduro a Biden. Veamos cómo se ha llegado a esto. Por etapas: la edad moderna, ya saben, la edad de la razón, comenzó cuando los ejércitos, allá por el siglo XVIII comenzaron a golpear a los civiles. Ya no peleaban en campo abierto, un ejército contra otro, militares contra militares, sino que se toma una ciudad aplastando a los civiles.
Pero aquello sólo fue el principio de la cuestión.
Luego, con el siglo XX llegó una nueva modalidad de guerra: el terrorismo. Era la guerra propia del canalla que se esconde detrás de la población civil, asesina a sus enemigos y al que pasaba por allí cerca de su enemigo... y se vuelve a esconder tras los civiles: podría ser su amable vecino.
Posteriormente, la guerra terrorista extendió sus tentáculos: llegó el terrorismo masivo. El de Hamás, mismamente. Se invade a la población civil enemiga, se roba, viola y mata a 1.300 israelíes y luego nos volvemos a Gaza y nos escondemos en los túneles. En la superficie sólo quedan civiles, sobre todo, mujeres y niños, para que las televisiones puedan filmar cómo mueren y los imbéciles -imbécil es el que sólo repara en la consecuencias e ignora las causas- aseguren que se trata de un espectáculo "insoportable".
Tercer estrado. Al plato aún le faltaba un hervor. Ahora, en el siglo XXI, lo que se lleva es la 'Marcha Verde'. El tirano de turno ni tan siquiera ataca a civiles. Simplemente, Maduro y Mohamed, han inventado la Marcha Verde -bueno, realmente la inventó el papá de Mohamed VI, un tal Hassan II, descendiente del profeta-. Maduro y Mohamed matan de hambre a sus ciudadanos y les empujan a buscar una vida mejor allende las fronteras. Y si es posible, islamismo y comunismo desestabilizan, no sólo al país rico de destino, sino a los países que quedan en medio. Hay que expandir la revolución y perpetuarse en el poder mediante el hambre.