Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Níger (África). Allí, las comunidades cristianas de las aldeas, aunque no son las únicas que pagan en términos de amenazas e intimidaciones a causa de su fe, son atacadas con frecuencia. La diócesis de Niamey se esfuerza por garantizar la alimentación y los gastos de escolarización de los alumnos de primaria de los sectores de Makalondi y Torodi, a menos de 100 kilómetros de la capital. "Los desplazados de las aldeas de la parroquia del P. Pierluigi Maccalli, secuestrado y luego liberado, se están vaciando y los niños se ven obligados a interrumpir sus estudios o a ir a otro lugar para continuarlos", explica el misionero Mauro Armanino, sacerdote de la Sociedad para las Misiones Africanas, informa Fides.
“Es la primera vez que colocan un artefacto explosivo en la carretera que lleva de Niamey a la frontera con Burkina Faso. En la explosión murieron al menos tres personas y varias resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad. También fue destruida una camioneta que pertenecía a los soldados que se dirigían a Makalondi para ayudar a sus compañeros en apuros”, prosigue el padre Armanino.
Con el telón de fondo del sentimiento antifrancés que se ha extendido de Malí a Burkina Faso y, al menos en parte, a Níger, se teme que se produzcan nuevas amenazas para los agricultores y, en particular, para las jóvenes y frágiles comunidades cristianas. "El uso de artefactos explosivos improvisados a lo largo de la carretera que conduce a la frontera es un hecho nuevo y preocupante de la creciente capacidad de los grupos armados para sembrar la muerte y la desolación", subraya el padre Armanino.
Los católicos suelen tener problemas si tienen un nombre croata. También les resulta difícil encontrar trabajo
Nos vamos a Bosnia-Herzegovina, cuya minoría católica sigue siendo discriminada, según denuncia el obispo de Banja Luka, Mons. Franjo Komarica, recoge Infocatólica de ACN.
Mons. Komarica, en una entrevista reciente con ACN, señaló que los católicos son desfavorecidos “en todos los aspectos: político, social y también económico. Los católicos suelen tener problemas si tienen un nombre croata. También les resulta difícil encontrar trabajo. Todavía hay una parte del país, Herzegovina Occidental, donde pueden vivir mejor pero, también allí, los católicos están emigrando”.
“Los croatas católicos actúan como una especie de «adhesivo» entre serbios y bosnios. Si este adhesivo desaparece, estos dos mundos –el islámico y el ortodoxo– se separarán aún más. Entonces se producirían aún más conflictos”, prosigue.
“Si hay una Iglesia necesitada en Europa, esa es la nuestra. En mi diócesis de Banja Luka, el 95% de los edificios de la Iglesia fueron destruidos o gravemente dañados durante la guerra. ACN ha ayudado especialmente en la reconstrucción. Lo mismo se puede decir de muchos otros proyectos que han apoyado. Pero también es importante que ACN comprenda nuestros problemas, que nos escuche y que podamos contar con su comprensión en el futuro. Que Dios bendiga a todos los benefactores que invierten aquí, en una causa de Dios. ACN no es un asunto de obispos y sacerdotes, no es un asunto de una comunidad, es un asunto de Dios”, concluye.
En particular, las actualizaciones de la campaña lanzada por el movimiento sadrista se referían a la restitución a los propietarios cristianos de una treintena de propiedades
Y en Irak, los partidos políticos han entrado en competición en la espinosa cuestión de los bienes inmuebles arrebatados ilegalmente en los últimos años (durante las guerras) a sus propietarios cristianos y en las iniciativas para devolvérselos, informa Fides.
En los últimos días, los medios de comunicación iraquíes han dado un nuevo énfasis a la campaña promovida por el movimiento sadrista en favor de los ciudadanos cristianos y mandeos que habían sufrido la usurpación arbitraria e ilegal de casas y tierras por parte de individuos o grupos organizados en los últimos años. Hakim al Zamili, representante del partido encabezado por el líder chiíta Muqtada al Sadr, que ganó las elecciones políticas del 10 de octubre, ha informado de la evolución de la iniciativa.
En particular, las actualizaciones de la campaña lanzada por el movimiento sadrista se referían a la restitución a los propietarios cristianos de una treintena de propiedades previamente usurpadas ilegalmente en la zona de Bagdad. La prensa también ha informado de operaciones similares previstas en las provincias iraquíes de Basora, Nínive y Kirkuk.
Ahora, los pasos que está dando el «Movimiento Babilonia» sugieren que también la protección de la propiedad de los cristianos iraquíes podría convertirse pronto en un área de competencia entre grupos y bloques políticos opuestos. Una «competencia» que no parece estar exenta de la tentación y de las ilusiones -cultivadas en diferentes ambientes y formas- de hacer depender el presente y el futuro de los cristianos de Irak y de Oriente Medio enteramente de la disponibilidad garantizada de acceso al dinero y a los bienes inmuebles y de las pretensiones de su propia importancia sociopolítica. Olvidando -como sugirió recientemente el arzobispo palestino Michel Sabbah, patriarca emérito de Jerusalén de los latinos, con palabras proféticas- que los interrogantes y también las incertidumbres sobre el futuro de los cristianos en Oriente Medio no son una cuestión de números, aunque los números sean importantes, sino que son una cuestión de fe».