Los sacerdotes y seminaristas están en la diana de los grupos violentos y terroristas en Nigeria. En el norte del país la minoría cristiana sigue sufriendo los zarpazos del grupo terrorista islamista Boko Haram y del Estado Islámico de África Occidental, que según la iglesia local es todavía más peligroso y cruel que el primero. Y en el centro del país, la etnia de los pastores musulmanes 'fulani' ha incrementado sus ataques a los agricultores cristianos cada vez con más apoyo exterior y armamento más sofisticado.
Nigeria es uno de los peores países del mundo para vivir la fe cristiana, según el Informe de Libertad Religiosa 2023.
Por ello, la iglesia ha pedido a la fundación de la Santa Sede Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN España) ayuda y sostenimiento del clero en distintas diócesis del país, la cual ha lanzado su campaña 'Ayuda a Nigeria. Iglesia mártir, Iglesia viva' para socorrer a esta iglesia mártir.
"El sufrimiento de la Iglesia en Nigeria es indescriptible. La persecución que sufren los cristianos en el país es brutal están llevándose la peor parte", ha destacado José María Gallardo, director de ACN España. Por su parte, Kinga von Schierstaedt, responsable de proyectos para Nigeria de ACN Internacional, ha asegurado: "Nuestro apoyo a la Iglesia nigeriana va a continuar y las necesidades más importantes son la buena formación del clero, apoyo a las vocaciones y mejorar las medidas de seguridad".
Sobre esta persecución contra los cristianos en Nigeria, el padre Joseph Bature Fidelis, de la diócesis de Maiduguri en el noreste del país, ha destacado: "La fe cristiana no va a morir. La Iglesia siempre permanece en medio de esta violencia y esta persecución, junto a los que más sufren".
El clero está en el punto de mira y los secuestros y asesinatos de sacerdotes, religiosos y seminaristas son continuos. Desde 2022, 39 sacerdotes han sido asesinados, 30 presbíteros secuestrados y 17 catequistas asesinados. De enero a noviembre de este año, 23 sacerdotes, seminaristas y religiosas han sido secuestrados, 2 sacerdotes y 1 seminarista asesinados.
Los obispos han solicitado proyectos para favorecer la seguridad de los sacerdotes, religiosos y religiosas y seguir con su labor de evangelización con mayores garantías. Entre ellos destacan la construcción de vallas de seguridad de conventos o coches para el desplazamiento hacia las zonas más rurales y evitar así posibles secuestros.
Janada Marcus, de 25 años, fue víctima de secuestro y violencia. La joven sufrió el asesinato de su padre ante sus ojos por parte de yihadistas de Boko Haram
Ante la fuerte violencia del país, la población está al límite psicológicamente, ya que los saqueos, ataques, violaciones y asesinatos son cada vez más frecuentes. Los sacerdotes tienen un papel fundamental en la sanación de las víctimas de la violencia y, por ello, la Iglesia en Nigeria está pidiendo formación psicológica y espiritual de muchos de sus presbíteros para poder atender al pueblo atemorizado y con grandes heridas. ACN quiere apoyar así la formación especializada de estos sacerdotes, que luego atenderán a sus feligreses de la mejor manera posible para ayudarles a sanar sus almas y acompañarles en el proceso de perdón para que puedan volver a empezar sus vidas a pesar del dolor sufrido.
Uno de los proyectos para la curación de estas heridas ha sido la creación del Centro de Atención al Trauma en Maiduguri, financiado en parte por ACN, donde ya han sido atendidas unas 2.000 personas en menos de cuatro años. Su director, el padre Joseph Fidelis ha asegurado: “Aquí llegan destrozados. Huyen de la violencia y acuden en masa a la Iglesia en busca de apoyo y consuelo y encuentran atención profesional y espiritual y promoción social. La verdadera paz sólo se alcanza cuando se cura el trauma de los profundamente heridos”.
Un ejemplo de esta recuperación de las víctimas del terrorismo es la cristiana Janada Marcus, de 25 años, víctima de secuestro y violencia. La joven sufrió el asesinato de su padre ante sus ojos por parte de yihadistas de Boko Haram. Gracias al Centro de Atención al Trauma Janada ha conseguido salir adelante. “Mi fe se ha fortalecido. He perdonado y rezo por las almas de mis agresores”, ha afirmado.
El clero está consolando y ayudando a sanar a la población, pero los obispos son conscientes de que necesitan también retiros espirituales para su fortalecimiento espiritual. Por ello, han pedido proyectos para completar su formación en la fe y poder así seguir adelante con su misión entre tanto dolor, ya que muchas veces lo han sufrido en sus propias carnes. El sostenimiento de los sacerdotes es vital para mantener al pueblo con esperanza en estos momentos en Nigeria.
Nigeria es el país de África con mayor número de seminaristas y, a pesar de la discriminación y la persecución, el número de aspirantes no deja de crecer. Con esta campaña, ACN quiere apoyar a estos jóvenes valientes que no pueden hacer frente económicamente a sus años en el seminario. Más de 350 futuros sacerdotes necesitan apoyo para llegar a ser sacerdotes en este difícil país.
Casualmente, el Gobierno español y casi el conjunto de Occidente , guardan silencio sobre esta situación.