Comenzamos esta crónica semanal sobre persecución a los cristianos en Nigeria, donde el padre John Gbakaan, párroco de la iglesia de San Antonio de Gulu, en la diócesis de Minna, fue asesinado el 15 de enero en la carretera Lambata-Lapai, informa Fides.

Ese día, el sacerdote y su hermano fueron atacados por hombres armados en la carretera Lambata-Lapai. El asalto tuvo lugar alrededor de las 21:00 horas cerca del pueblo de Tufa. Los dos hombres fueron capturados por bandidos armados que luego llamaron a la diócesis de Minna el sábado 16 de enero, pidiendo la suma de treinta millones de nairas; que luego redujeron a cinco millones de nairas.

Sin embargo, el cuerpo sin vida del sacerdote fue encontrado atado a un árbol cerca de la carretera donde tuvo lugar el secuestro. Al parecer, el p. Gbakaan fue asesinado a puñaladas, tan violentas que ha sido difícil el reconocimiento de la víctima. Aún no hay noticias de su hermano, que al parecer sigue en manos de los bandidos.

La Asociación Cristiana de Nigeria (CAN) ha pedido al gobierno federal que ponga fin al secuestro y asesinato de líderes religiosos por parte de bandidos en el país. “Recibimos la noticia del secuestro y asesinato de nuestro querido padre John con gran conmoción y dolor”, ha comunicado el reverendo Hayab. “Hoy, en el norte de Nigeria, muchas personas viven con miedo y muchos jóvenes tienen miedo de convertirse en sacerdotes o pastores porque sus vidas corren gran peligro. “Cuando los bandidos o secuestradores se dan cuenta de que su víctima es un sacerdote o un pastor, parece que un espíritu violento se apodera de su corazón para pedir un rescate mayor y en algunos casos llegan a matar a la víctima”, dice el responsable de la CAN. “Suplicamos al gobierno federal y a todas las agencias de seguridad que hagan lo que sea necesario para acabar con este mal”.

Los insurgentes que siembran muerte y destrucción en el norte de Mozambique se llaman Al Shabaab y están afiliados al Estado Islámico desde 2019

Nos vamos a Mozambique, donde la misión de Nangololo, ocupada por los insurgentes islamistas en octubre, fue totalmente destruida, recoge Fides.

El padre Silva escribe: “todo está destruido, la casa donde vivíamos ha quedado reducida a cenizas... todo el equipo también ha sido quemado, la sede parroquial destruida, la radio comunitaria quemada, la casa de las monjas destruida”. También relatan el intenso sufrimiento de la población ante la violencia de los insurgentes y las masacres cometidas contra la población civil.

“Se encontraron muchos cuerpos en descomposición a lo largo del camino y los lugares de las masacres. Las acciones de los terroristas son violentas, varias personas han sido decapitadas, casas quemadas y destruidas”, informa el padre Silva. “Muchas personas no pueden encontrar a sus familias. Se habla de masacres y de 500.000 desplazados”. La situación humanitaria se ve agravada por una epidemia de cólera y por el Covid-19.

Los insurgentes que siembran muerte y destrucción en el norte de Mozambique se llaman Al Shabaab y están afiliados al Estado Islámico desde 2019. Rechazan la sociedad laica existente y quieren fundar una sociedad gobernada por la ley islámica, la sharia. Además, quieren fundar un califato; el Estado Islámico habla de Mozambique y Congo como la provincia (Wilayat) de ISIS (Daesh) en África central. Pero los insurgentes también hablan de un califato swahili que trata de asentarse en África Oriental: Mozambique, Tanzania, Kenia.

Como somos ciudadanos respetuosos de la ley, seguiremos la ley y continuaremos con nuestro trabajo por los pobres y necesitados

Y en la India, un grupo hindú ha exigido que se cierren todas las iglesias construidas en áreas tribales del estado central de Madhya Pradesh y que se tomen acciones contra los sacerdotes y pastores cristianos involucrados en supuestas conversiones religiosas, publica Aciprensa.

Azad Prem Singh, líder local de Vishwa Hindu Parishad (VHP) o Consejo Mundial Hindú, dijo que en los últimos 70 años los misioneros cristianos habían convertido a "pueblos indígenas crédulos al cristianismo y construido iglesias específicamente en tierras tribales protegidas”. "Todas las iglesias construidas ilegalmente deben cerrarse de inmediato y deben tomarse medidas contra todos los sacerdotes y pastores involucrados en el proceso", dijo Singh, quien tiene su sede en el distrito estatal de Jhabua.

Sin embargo, los líderes cristianos negaron las acusaciones de conversión y calificaron las demandas de un intento por aterrorizarlos y difamarlos, aprovechando la ley anti-conversión recientemente promulgada en el estado.

El padre Rockey Shah, encargado de relaciones públicas de la Diócesis católica de Jhabua, dijo que los cristianos son "las víctimas de la persecución por ayudar a las tribus pobres”. Explicó que los grupos extremistas hindúes están tratando de aprovechar la ley recién implementada para controlar la conversión religiosa.

El padre Shah también rechazó la acusación de que las iglesias se construyeron ilegalmente. "Tenemos los documentos adecuados para todas nuestras iglesias", dijo. Además, dijo, la Iglesia Católica nunca ha estado involucrada en ninguna conversión ilegal.

Los grupos extremistas hindúes que se oponen al cristianismo dicen que las obras de caridad de los misioneros cristianos son una fachada para atraer a los pobres y tribales al cristianismo y convertirlos. "No nos asusta la amenaza. Como somos ciudadanos respetuosos de la ley, seguiremos la ley y continuaremos con nuestro trabajo por los pobres y necesitados", dijo el sacerdote.