Dice la RAE que democracia es el sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que lo ejerce directamente o por medio de representantes. Es decir, que a través de las mayorías populares se concede a ciertas personas que tomen decisiones por ellos, lógicamente con unos principios que debieran ser inmutables: el bien común y la verdad, lo que no es baladí, por lo que por encima de todo las personas dedicadas al gobierno de los pueblos se deben a los ciudadanos –y por favor, eviten decir ciudadanía, es una catetada cursi afrancesada, procedente de los tiempos en los que se defendía la igualdad, la libertad y la fraternidad a golpe de guillotina-. Sin embargo, la mayor perversión que se puede dar en democracia es convertir al propio sistema en un método de subversión de los poderes que en España se acomete desde el poder por dos técnicas muy ensayadas. La primera es por el sistema de elección de los que nos van representar, que no los elegimos los ciudadanos, si no que nos son impuestos a través de los partidos, con lo que a los soberanos, es decir, usted y yo, no nos queda más que elegir siglas de partido, es decir, que nos obligan a votar ideologías, no personas responsables.
El segundo modo de corrupción son los acuerdos post-electorales. Es decir, que usted vota X y luego los partidos suman y restan, y termina gobernando Z. Este sistema es el mayor acto de vandalismo democrático del que los partidos están encantados, y los soberanos, es decir, usted y yo, no nos queda otra que asumir porque el stablishment político no quiere cambiarlo. Atentos, ¿se acuerdan de esto?: Mariano Rajoy, 2007: "sin duda alguna el cambio en la Ley Electoral ha de ser una de las prioridades básicas". En 2014, Mariano Rajoy -el mismo Mariano Rajoy del 2007-, insistía en que no era el momento de reformar la Constitución porque "no hay consenso". ¡No había consenso cuando el Partido Popular contaba con una mayoría aplastante! Y es que “no hay consenso” es la fórmula mágica para quitarse marrones -léase compromisos electorales- como fue entonces la reforma del aborto, la Ley de Memoria Histórica, etcétera, con las que el PP trepó hasta La Moncloa. Pero por lo visto sí había consenso con la Reforma Laboral que metió a presión en el torrente circulatorio de la sociedad. Entonces sólo importaba el dinero y limpiar los zapatos a los hombres de negro en Europa. Mientras, los aspectos sociales o la derogación de leyes liberticidas, injustas o asesinas no entraba en sus protocolos de actuación por la maldita falta de consenso, ¡ya ve usted!
El PP se ha convertido en otro experto del embuste
Pero aunque el Partido Popular mintió, y miente desde la oposición, el mayor de los farsantes de todos los tiempos es Pedro Sánchez Castejón. La mentira está tan apegada a su gobierno como el convicto a la pez y el plumón. Pedro Sánchez llegó al poder por una legal pero patrañera moción de censura trufada de engaños a sus votantes. Su quinta columna consistía en una tropelía de afirmaciones que, no es que haya incumplido, es que ha hecho exactamente lo contrario. Solo citaré algunas:
1. Año 2014: “ni antes ni después el PSOE va a pactar con el populismo…”. En 2018 logró ganar la moción con el apoyo de Podemos.
2. Año 2015, durante una campaña condenó a las sociedades offshore con las que pagar menos impuestos. En 2018, su gobierno estaba trufado de ministros que pecaban gravemente de offshoristas: Pedro Duque, Nadia Calviño e Isabel Celaá tenían sus artimañas ratoneras para evitar pagar impuestos, mientras su presidente miraba al infinito.
3. En la campaña de las autonómicas y municipales, Sánchez prometió que publicaría la lista de amnistiados fiscales. Estamos todavía esperándolo.
4. “Con Arnaldo Otegui, ni a la vuelta de la esquina”. Me da casi vergüenza hablar de esto. Desde 2019, los socialistas negocian leyes y presupuestos con Bildu y recientemente han trasladado las competencias de prisiones a los nacionalistas vascos... Y está a punto de caer la caja única de la Seguridad Social.
5. El año 2016 está repleto de negaciones al ex líder podemita Pablo Iglesias. Hagamos memoria: “A Iglesias, ni la caseta del perro” o “No al chantaje de Pablo Iglesias” o «No dormiría tranquilo con Podemos en el Gobierno...”. No coment, que dirían los ingleses.
6. El 1 de octubre de 2017, en la declaración de independencia del protervo Carles Puigdemont i Casamajó, para Pedro Sánchez el anestesiado, hubo claramente delito de sedición, sin embargo hoy considera que no hay que ser rencoroso, o algo así: "hay un tiempo para el castigo y otro para la concordia"… ¡Venga Pedro, hasta luego!
7. Esta es la monda: había que echar a Rajoy para convocar elecciones urgentes… Pues eso.
En fin, se ve que la capacidad de mentir, incumplir, falsear, engañar o embaucar es importante en este advenedizo a presidente. Es tanta la hipocresía para mantenerse en el poder que requiere de un director de producción al frente de la factoría de ficción de la que el guionista Iván Redondo -también director del Gabinete de comunicación presidencial-, es realmente el protagonista en la sombra de todo esto. Su entrega es total: "me tiraría por un barranco por Sánchez", ¡qué barata se vende la gente!
Es tanta la hipocresía para mantenerse en el poder que requiere de un director de producción al frente de la factoría de ficción de la que el guionista Iván Redondo -también director del Gabinete de comunicación presidencial-, es realmente el protagonista en la sombra de todo esto
La democracia en América (Rialp) de Alexis de Tocqueville. El autor analizó los puntos fuertes y débiles del sistema político y del sistema de organización social americano, aportando unos pronósticos que se han cumplido y una síntesis de pensamiento que sigue influyendo en nuestros días.
Ideas para una nueva constitución española (Sekotia) de Julio Barceno. España necesita una reforma a fondo. En este libro se exponen algunas ideas para mejorar esencialmente nuestra Constitución. Puede que las ideas que aquí se presentan parezcan utópicas, pero son posibles y lógicas aunque sean nuevas y distintas a las formas actuales. Con ellas se puede crear un círculo virtuoso conducente.
Diccionario de los políticos (Homolegens) de Juan Rico y Amat. Tengo que seguir recomendando este libro. La vigencia y la actualidad de buena parte de las páginas del Diccionario de Rico y Amat es la mejor prueba de que lo sucedido en el siglo XIX podemos considerarlo con toda propiedad, como parte de nuestra Historia Contemporánea de España.