'40 Días por la Vida' es una campaña mundial de 40 días dirigida a acabar con el aborto a nivel local mediante la oración, el ayuno, la sensibilización de la comunidad y una vigilia pacífica, diaria y constante frente a los abortorios (clínicas donde se realizan abortos). Los voluntarios oran "en turnos de una hora portando carteles con los mensajes de la campaña, ofreciendo ayuda y dando testimonio de la realidad del aborto".
La campaña cuenta con un millón de voluntarios, que trabajan en 681 ciudades de un total de 64 países. Más de 23.000 bebés han sido salvados desde 2007. Además, según destacan en su web, se han producido 251 conversiones de trabajadores de la industria del aborto y se han cerrado un total de 145 centros abortistas.
Desde el pasado 27 de septiembre y hasta el próximo 5 de noviembre se ha iniciado una nueva campaña en todo el mundo. También en España.
Religión en Libertad ha conversado con Alicia Gómez Monedero, su responsable de prensa en España, quien ha contado algunos de sus frutos.
Por ejemplo, pocos días después de comenzar la campaña, el abortorio del Puerto de Santa María, en Andalucía, no practicó abortos en la tarde del lunes 2 de octubre. Los voluntarios, informó Monedero, "pudieron observar que nadie acudía al centro, teniendo conocimiento que estas intervenciones violentas del embarazo se realizan sobre todo los lunes por la tarde o los viernes por la mañana. Son frutos que nos deja ver Dios, por eso tenemos que seguir rezando".
También destacó de la buena marcha de la campaña en Santander, una ciudad que ha empezado la experiencia de 40 Días por la Vida este año.
Por su parte, el fundador de 40 Días por la Vida, Shawn Carney, señaló recientemente en un mensaje dirigido a los voluntarios españoles, reunidos en un congreso: "No luchamos con armas humanas, pistolas o machetes. No las necesitamos. Luchamos por medio de la oración y el ayuno, los medios más poderosos presentes en el Evangelio que Nuestro Señor usó para expulsar demonios".
Carney recordó que el demonio "es exactamente contra lo que luchamos. No son los que trabajan en la industria del aborto, ni las mujeres que piensan en abortar, ni los hombres que quieren pagarle el aborto a sus novias. Luchamos contra el diablo mismo, y lo hacemos con oración, con ayuno y alegría".
"¡Salid a las calles con pasión, con celo y alegría! Es emocionante pensar que había tantas dificultades el principio en España y que ya hayan quedado atrás. Son, sois, la sal de la Tierra. Cabemos todos contra el aborto. ¡Viva Cristo Rey!", concluyó.