EH Bildu (la coalición en la que se integran los herederos de Batasuna, brazo político de ETA y que nunca ha condenado los asesinatos de la banda terrorista) no desaprovecha la ocasión para intentar humillar a uno de los mejores símbolos de la unidad de España y el cuerpo policial que más daño les hizo durante sus años de plomo: la Guardia Civil.
El Ayuntamiento de la localidad navarra de Etxarri Aranatz, donde gobierna EH Bildu con mayoría absoluta tras los últimos comicios del 28M, ha difundido el programa de sus fiestas de verano en el que destaca una imagen con dos siluetas de dos guardias civiles, con su tricornio, protagonizando el 'Día del inútil', que tendrá lugar el próximo 4 de agosto.
Lo ha denunciado la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC): "La pasividad de Interior y del Gobierno de Navarra han convertido en tradición este tipo de actos contra la Guardia Civil". "Resulta intolerable que estas reivindicaciones motivadas desde el rencor, rechazo y el odio contra los guardias civiles y sus familias no estén prohibidas".
La pasividad de Interior y del Gobierno de Navarra han convertido en tradición este tipo de actos contra la Guardia Civil.
— AUGC Guardia Civil 🇪🇸 (@AUGC_Comunica) July 31, 2023
Resulta intolerable que estas reivindicaciones motivadas desde el rencor, rechazo y el odio contra los guardias civiles y sus familias no estén prohibidas. pic.twitter.com/GcaxSkhUcX
Y es que, lo hemos comentado otras veces, ETA ya no existe, pero su odio permanece intacto en capas de la sociedad navarra y vasca. Como pudo comprobarse en el lamentable episodio que tuvo lugar en Alsasua, el 15 de octubre de 2015, cuando dos guardias civiles que tomaban algo en un bar con sus novias fueron reconocidos y apaleados por los pacíficos chicos de la izquierda abertzale radical. Algo que les valió entre entre 2 y 13 años de cárcel.
No obstante, cabe preguntarse si este nuevo cartel es susceptible de algún tipo de denuncia punible en virtud de la conocida como 'ley Mordaza', aprobada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy en 2015, que no pudo ser derogada en la anterior legislatura por desacuerdos entre el PSOE y los socios de Sánchez y que establecía algún tipo de protección --el principio de autoridad- a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado frente a las humillaciones a los que les sometían los delincuentes en el ejercicio de sus funciones policiales.
También hay que mencionar aquí el entusiasmo con el que la socialista María Chivite, presidenta de Navarra (ahora en funciones), celebró el inicio del fin de las competencias de tráfico de la Guardia Civil en Navarra, que comenzó el pasado 1 de julio y que se extenderá durante 4 años hasta que las asuman los policías forales. Según justificó Chivite, se trata de un "hito histórico porque la dictadura franquista nos arrebató esta competencia hace más de seis décadas y, por fin, la hemos recuperado con diálogo y lealtad institucional".
Claro que conviene recordar que quien inició las reivindicaciones para ello fue un Gobierno de UPN, en 1994, entonces bajo la presidencia de Juan Cruz Alli y con Miguel Sanz como consejero de Presidencia e Interior, que exigieron un "repliegue" de la Guardia Civil y la Policía Nacional en favor del "despliegue" de la Policía Foral.