En EEUU, desde mayo del 2020, cuando los disturbios civiles se apoderaron del país --orquestados por el movimiento Black Lives Matter-- tras la muerte de George Floyd, se han producido unos 300 actos de vandalismo contra la fe católica. En los 300 ataques, el motivo parece haber sido político o espiritual.
CatholicVote ha estado rastreando los ataques desde los disturbios civiles que siguieron a la muerte de George Floyd en mayo de 2020. Los disturbios iniciaron una ola de violencia y vandalismo contra las iglesias católicas.
En 2020 y 2021, la mayoría de los ataques parecen haber estado motivados por la ideología anticatólica general, específicamente por la retórica de Black Lives Matter. Sin embargo, desde que se filtró el proyecto de dictamen de la Corte Suprema en el caso Dobbs en mayo de 2022, la mayoría de los ataques han sido perpetrados por extremistas a favor del aborto. 140 de los ataques han tenido lugar desde la filtración de Dobbs en mayo pasado.
“Esta epidemia de violencia contra las iglesias católicas ha creado un clima de temor entre los católicos de todo el país”, dijo Brian Burch, presidente de CatholicVote. "Este es un estado de cosas inaceptable: ningún estadounidense debería tener que caminar preguntándose: '¿Es mi iglesia la siguiente?’".
El sacerdote considera que “si bien esto no excusa lo que sucedió, queremos encontrarlos con el perdón
En ese contexto de polarización, una iglesia católica en Syracuse (Nebraska) fue atacada recientemente: el altar fue volcado, una estatua del Sagrado Corazón de Jesús destruida y varios objetos dañados, recoge Aciprensa.
“De alguna manera, en la providencia del Señor, esto ha sido permitido”, comentó el 3 de abril a CNA –agencia en inglés de EWTN– el P. Ryan Salisbury, párroco de St. Paulinus. “Sucedió en la Semana Santa de Nuestro Señor. Su propio viaje estuvo marcado por la injusticia, por el destrozo y por el daño causado a su propio Cuerpo, y eso se permitió que sucediera aquí en Syracuse de alguna manera”.
“En la propia Semana Santa de Nuestro Señor, cuando le sucedieron estas cosas, su oración fue: 'Padre, perdónalos, no saben lo que hacen'. Esa es nuestra oración como parroquia”, afirmó.
El sacerdote considera que “si bien esto no excusa lo que sucedió, queremos encontrarlos con el perdón, en cualquier forma en que estén heridos o quebrantados, porque Nuestro Señor también quiere traerles sanidad”.
Actualmente, la policía está investigando el crimen, que no fue capturado en vídeo.